Frenar el daño orgánico en lupus eritematoso sistémico es uno de los retos de los nuevos medicamentos

La innovación científica ha supuesto un avance exponencial para el tratamiento del lupus sistémico eritematoso. En concreto, esta se ha enfocado en conocer los mecanismos que pueden generar y/o favorecer la autoinmunidad que provoca esta patología. Así se ha puesto de manifiesto en el marco de XVLIII Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER). En concreto, así lo exponía José María Álvaro-Gracia, presidente de la SER y moderador del simposio. Este ha remarcado el papel que juega el interferón en los tratamientos para el lupus. “Diversos grupos de investigación han demostrado que el interferón de tipo 1 es una molécula clave en el lupus, convirtiéndolo en una diana terapéutica. Esto supone una esperanza para los pacientes con lupus. Pero también para los pacientes con otras enfermedades reumatológicas sistémicas”. Asimismo, expertos han remarcado que los nuevos tratamientos para el lupus eritematoso sistémico persiguen evitar el daño orgánico a largo plazo. Es decir, antes de que se llegue a producir ya que, una vez presente, es irreversible. De esta forma, los enfoques de tratamiento proactivos son muy importantes para facilitar el manejo del lupus y evitar, así, posibles secuelas.

Lupus eritematoso sistémico en España

El lupus sistémico eritematoso es una enfermedad autoinmune crónica. Esta genera un exceso de anticuerpos en la sangre que provoca inflamación y daño en las articulaciones, los músculos y otros órganos. Actualmente, se estima que afecta a más de 82.000 personas en España y a 5 millones en todo el mundo. Las manifestaciones del lupus pueden ser muy variadas y es complicado encontrar dos casos que experimenten los mismos síntomas. Por ello, su diagnóstico suele demorarse hasta casi seis años desde el momento en que notan por primera vez los síntomas. Incluso aunque el lupus sea una de las enfermedades autoinmunes más frecuentes.