Ocho mujeres profesionales relacionadas con el ámbito sanitario han formado un grupo de trabajo para mejorar la formación y el abordaje del dolor infantil, tanto por procedimiento como crónico. La asociación Dolor.in está formada por una anestesióloga, una pediatra, una enfermera, una psicopedagoga, una psicóloga,…
Ocho mujeres profesionales relacionadas con el ámbito sanitario han formado un grupo de trabajo para mejorar la formación y el abordaje del dolor infantil, tanto por procedimiento como crónico. La asociación Dolor.in está formada por una anestesióloga, una pediatra, una enfermera, una psicopedagoga, una psicóloga, dos fisioterapeutas y una farmacéutica de hospital, quienes han observado en su actividad laboral diaria el infradiagnóstico y la atención deficitaria que suelen recibir los pacientes pediátricos, por lo que han comenzado a trabajar en común con el objetivo de fomentar la sensibilización frente al dolor infantil y defender la necesidad de un abordaje multidisciplinar. El grupo tiene cuenta de Twitter (@dolor_in), y ya está organizando diversas actividades formativas y divulgativas, como una exposición itinerante de fotos y dibujos de niños que expresan su dolor, entre otras actividades.
El modelo podría ser el Boston Children Hospital, de Estados Unidos, uno de los centros pioneros que tiene varias unidades de dolor (crónico, de cabeza, abdominal, etc.). Una de estas iniciativas es el Proyecto Confort para reducir el miedo a las agujas y, sobre todo, reducir la angustia previa y el dolor que produce cualquier procedimiento que las use, incluidas las vacunaciones. Por esta causa, a veces no se vacuna a los niños.
Hasta Boston viajó Tania García, especialista en Anestesiología y Reanimación de la Clínica Quirón de Valencia, quien ahora pretende extrapolar este proyecto multidisciplinar en los Centros de la Comunidad Valenciana y en el resto de los hospitales de España. El Proyecto Confort se basa en “cuatro técnicas muy sencillas”, como explica esta doctora:
- Insensibilización: la piel no debe sentir el dolor que produce la aguja cuando atraviesa el tejido, para lo cual es posible utilizar anestésicos locales, entre otros métodos.
- Lactancia materna o sacarosa: si le dan de mamar al bebé entre 10-15 minutos antes de que se le pinche, su reacción es casi nula y no llora. Lo mismo ocurre si le dan sacarosa.
- Distracción:se pueden emplear diferentes metodologías en función de la edad del niño, y se recurre a teléfonos, libros, juguetes, etc.
- Ayuda de los padres y posicionamiento: la presencia de los progenitores puede calmar al niño, y es beneficioso colocarle en un arrullo, sobre las rodillas del cuidador, abrazándole sin restringirle, en lugar de dejarle sobre la superficie de la camilla. Además, es recomendable aconsejar a los padres que expliquen al niño lo que va a ocurrir y evitar mentirle.