Las personas mayores, más de 500 millones en el mundo, 85 millones en la Unión Europea y ocho millones en España, constituyen sin ninguna duda, el grupo de población con mayor crecimiento en las últimas décadas. Actualmente desempeñan un papel estratégico, además de por su peso demográfico, por haber protagonizado el desarrollo de la sociedad del bienestar que actualmente conocemos y por continuar formando parte activa de la misma. Incorporar las opiniones, las experiencias, conocimientos y participación activa de las personas mayores, son valores imprescindibles para nuestra sociedad si queremos mejorar el lugar en el que vivimos.
Recientemente la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), firmaron un convenio para promover el envejecimiento activo de la población que abarcaría el cuidado de la salud, la promoción de hábitos saludables, la promoción y prevención de la dependencia, y la sensibilización a la ciudadanía y a los profesionales de la salud de la importancia de tales acciones.
El aumento de la esperanza de vida que la población española ha alcanzado en las últimas décadas es el resultado del conjunto de medidas políticas, sanitarias, sociales, económicas y culturales dirigidas a mejorar la calidad de vida de la población. Pero la actual situación de crisis económica no debe ser un factor que ponga en riesgo los logros alcanzados, sino un motivo más para aprovechar el potencial de desarrollo que el colectivo de personas mayores representa para nuestra sociedad. Se hace imprescindible mantener y potenciar las políticas dirigidas a garantizar la atención sanitaria y la protección social de las personas mayores actuales y futuras.
Sin duda el factor más importante que permite a las personas mayores un papel activo en todas las áreas de la sociedad (envejecimiento activo), es disfrutar de un buen estado de salud, promoviendo los hábitos saludables y realizando una correcta prevención y control de enfermedades y, por tanto, de la dependencia.
Atender a los profesionales
Los profesionales de la atención a la salud y a la protección social juegan un papel importante en el proceso de asesoramiento, prevención, diagnóstico, atención y cuidados durante del envejecimiento. Desde el punto de vista médico está comprobado que la promoción de los hábitos saludables como factor preventivo de la enfermedad y la dependencia durante el proceso de envejecer, es muy rentable a todos los niveles, tanto para el mayor como para su entorno y la sociedad en general.
Quien tiene la mayor responsabilidad sobre el cuidado de la salud es la propia persona mayor, por eso, con motivo de celebrarse el Día Internacional de las Personas Mayores, desde la FPSOMC y la SEGG se recomienda el siguiente decálogo de envejecimiento activo y hábitos saludables: participar activamente en todos los aspectos de la sociedad; mantener activa la mente, entrenar la memoria, leer y estar al día; evitar la soledad y mantener una vida social activa; desarrollar una actividad física constante; realizar una dieta equilibrada rica en fibra, vegetales, frutas y baja en grasa, con una correcta aportación de calcio y una hidratación adecuada; eliminar el tabaco y las bebidas alcohólicas; cuidar la dentadura, los pies y realizar revisiones de la visión y audición; prevenir lesiones y caídas; y seguir las pautas profesionales en el control y cuidado de las enfermedades, incluyendo las vacunas necesarias: no automedicarse y seguir el tratamiento correctamente.