“Genoma23 es bioarte personalizado. Es algo único y especial que surge de algo vivo e individual, el ADN humano”

Juan Roldán nació en Ciudad de México. Actualmente vive en Girona, en Cataluña. Licenciado en Medicina por la Universidad Nacional Autónoma de México, se trasladó a España para ampliar su itinerario formativo de neumología en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona hasta 2002. Posteriormente realizó un posdoctorado en biología molecular en Vanderbilt University, en Estados Unidos. Durante su estancia allí, empezó a desarrollar modelos moleculares de enfermedades respiratorias. Fue entonces cuando se despierta su inquietud por el ADN como una forma de expresión artística. En los últimos años ha sido investigador principal de distintos proyectos en el Hospital Germans Trias y en el Hospital de Santa Caterina de Girona. Actualmente combina la Dirección de Giromed Institute con la investigación y con su proyecto personal, Genoma 23.

¿Qué es Genoma23?

Es un proyecto en el que llevo trabajando 15 años y que me ha permitido interactuar con la ciencia de otra manera. En genoma23 conseguimos transformar el ADN de las personas en obras de arte personalizado. A partir de una muestra de saliva se realiza un test genético que permite aislar y secuenciar el ADN. Después, nuestro algoritmo basado en modelos matemáticos transforma la información genética en trazos únicos de arte moderno. Las obras se asemejan a naturaleza abstracta, ejecutadas con rigor legible para los científicos, pero a la vez coloreados por una postura personal simultánea de impulsos artísticos y científicos.

¿Con qué corriente artística definiría sus cuadros?

Bioarte es una corriente artística que se basa en la aplicación de técnicas de la ciencia para crear obras de arte. Es decir, propone la unión del arte, la ciencia y la vida mediante la tecnología. Los bioartistas utilizan plantas, piel, insectos, genes, bacterias, hongos, ADN… Genoma23 es bioarte personalizado. Es algo único y especial que surge de algo vivo e individual, el ADN humano.

¿Qué parte del ADN se analiza para realizar el cuadro?

Se aíslan y secuencian pequeños fragmentos de ADN de 23 genes que definen los rasgos físicos de cada persona y que nos hacen ser únicos.  Son los que se tienen en cuenta cuando se hace una prueba de paternidad, por ejemplo, o los mismos que se utilizan en medicina forense.

¿Qué técnica utilizan?

En el laboratorio se realiza una PCR, que permite amplificar un fragmento de cada gen. Así obtenemos una secuencia de ADN única para cada persona, nuestro DNI genético.

¿Qué sucede a continuación?

Las secuencias de nucleótidos del ADN se introducen al algoritmo desarrollado en colaboración con el Departamento de matemáticas aplicadas de la Universitat de Girona. Este algoritmo transforma la información genética en pinceladas de distintos colores, tamaños y formas. Todo un juego de ciencia y arte.

¿Cuál es el resultado final?

Una imagen única que se imprime mediante la técnica de impresión ultravioleta. Los soportes que utilizamos son ecosostenibles y las tintas son ecológicas. Así como el packaging, que esta hecho de madera de bosques sostenibles.

 ¿Cómo garantiza que cada cuadro es único y especial?

Todos los cuadros van acompañados de un certificado de autenticidad de AICOA, que es Archivo Internacional Central de Objetos de Arte. También incluyen un certificado de titularidad genética de nuestro Corelab.

¿Quién puede querer comprar una de estas obras basadas en el ADN?

Cualquier persona que quiera hacer de su ADN arte. También aquellos que quieran explorar el vínculo con su familia y amigos. Recibimos encargos de padres que quieren cuadros del ADN de ellos y de sus hijos, o de parejas que desean ver expresado su ADN personal. Ahora que se acerca la Navidad, podemos obsequiar a nuestros seres queridos con un regalo exclusivo y original como este.

¿Es posible tener el cuadro  a partir del ADN de alguien que ha fallecido?

Cuando alguien muere queremos tener el último recuerdo. Lo viví en primera persona cuando mi madre falleció, ahora hace ya nueve años. Cuando estaba en el hospital ya trabajaba y tenía el proyecto Genoma23 en mi cabeza. Cuando lo materialicé, el primer cuadro que hice fue el de mi madre. Creo que es una buena forma de inmortalizar a nuestros seres queridos. Por ese motivo ofrecemos la opción de crear esta memoria única. Solo necesitamos un cabello con raíz, uñas, cepillos de dientes… con este tipo de muestras es suficiente para que el equipo de Genoma23 realice la interpretación y pueda crear un cuadro in memoriam de esa persona tan especial para ti.