Con el fin de acelerar el desarrollo de nuevos y mejores tratamientos contra las enfermedades tropicales olvidadas, que afectan a más de 1.000 millones de personas cada año en los países más pobres del mundo, GlaxoSmithKline (GSK) ha anunciado su incorporación a WIPO Re:Search, un proyecto de colaboración de organismos públicos y privados patrocinado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI, WIPO en inglés) junto a BIO Ventures for Global Health (BVGH).
Así pues, al ofrecer una base de datos pública de compuestos disponibles, recursos, experiencia y conocimientos a la comunidad internacional de investigación sanitaria, esta nueva colaboración pretende acelerar la I+D de nuevos fármacos, vacunas y diagnósticos para la gestión de las 17 enfermedades tropicales olvidadas enumeradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el dengue, la rabia, la enfermedad de Chagas, la malaria y la tuberculosis.
En virtud de este acuerdo, GSK aportará patentes y solicitudes de patentes a WIPO Re:Search en el campo de las pequeñas moléculas y formulaciones dirigidas al desarrollo de nuevos tratamientos, suministrará tecnologías para luchar contra las enfermedades tropicales olvidadas, así como la totalidad de sus datos anti-malaria que incluyen 13.500 compuestos que en la selección han dado muestras de actividad contra la malaria.
En este sentido, Duncan Learmouth, vicepresidente, developing countries and market access de GSK, ha señalado que 'la nueva asociación marca un paso importante en la colaboración entre estos grupos para reducir los obstáculos que impiden la innovación y la ayuda al desarrollo de nuevas terapias y marca una diferencia real para los habitantes de los países en desarrollo. Un desafío de estas características exige que la industria, el mundo académico, las ONG y los gobiernos trabajen en colaboración para desarrollar nuevas herramientas y enfoques'.
Otras estrategias
Este anuncio se añade a una serie de iniciativas de GSK ya anunciadas y destinadas a reducir la carga de todas estas enfermedades del mundo en desarrollo, entre otras, Tres Cantos Open Lab, en el que investigadores externos y centros académicos trabajan en el centro de GSK en España dedicado a la búsqueda de tratamientos contra la malaria, la tuberculosis y otras enfermedades tropicales. Hasta el momento, ocho científicos de seis organizaciones externas de investigación han colaborado en los proyectos del campus, tales como la investigación para identificar y optimizar compuestos que puedan probarse en humanos contra la tuberculosis resistente a multi-fármacos, tres proyectos distintos de malaria, incluido uno que investiga compuestos potenciales del catálogo químico de GSK, y un nuevo planteamiento contra los parásitos que causan la leishmaniasis.
Por otra parte, cuentan con un grupo específico de I+D centrado en las enfermedades del mundo en desarrollo y tropicales olvidadas como la meningitis bacteriana, la enfermedad de Chagas, la clamidia, el dengue, el VIH/SIDA, la tripanosomiasis africana humana, la leishmaniasis, la malaria, la gripe pandémica, la enfermedad del neumococo y la tuberculosis, y también disponen de inversión en investigación sobre vacunas contra las enfermedades del mundo en desarrollo, donde GSK lleva más de dos décadas trabajando en una vacuna contra la malaria. De hecho, la semana pasada se anunciaron los resultados positivos del estudio de fase III de la vacuna candidata de GSK, RTS,S, que se está desarrollando junto a la Iniciativa para una Vacuna contra la Malaria (MVI) de PATH.
Entre otras estrategias de GSK destaca también la creación de la Unidad de Países en Desarrollo y Acceso al mercado (DCMA) en 2010 para ampliar el acceso a los medicamentos de GSK de los casi 700 millones de personas que viven en los 48 países menos desarrollados, de los que la mitad sobrevive con menos de un dólar al día. En esos países, GSK limita los precios de sus fármacos patentados y vacunas a un máximo del 25 por ciento del los precios en el mundo desarrollado y reinvierte el 20 por ciento de los beneficios en proyectos que fortalezcan las infraestructuras sanitarias de esos países.
En esta misma línea, GSK ha consolidado una política de precios que permite a los países más pobres pagar mucho menos que los países de rentas más altas por la misma vacuna, con los precios más bajos para agencias como UNICEF, que compran un gran volumen de vacunas para los niños más pobres del mundo. Así pues, las vacunas de GSK se incluyen en campañas de inmunización de 182 países y en 2010 se entregaron 1.400 millones de dosis de vacunas, de las que casi 1.000 millones fueron enviadas a países en desarrollo.
Además, la empresa farmacéutica ha donado más de 2.000 millones de comprimidos de albendazol a la OMS para detener la transmisión de la filariasis linfática en más de cincuenta países. En este sentido, en 2011, GSK formalizó un compromiso con la OMS para ampliar su donación de albendazol en otros 400 millones de comprimidos más para el tratamiento de niños en edad escolar con riesgo de la helmintiasis transmitida a través del suelo.
Por último, GSK ha establecido acuerdos de colaboración en vacunas que ayudan a fortalecer las infraestructuras sanitarias locales y la capacidad de fabricación, incluyendo la transferencia tecnológica. Así, dentro de un acuerdo con la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil para el desarrollo y la fabricación de vacunas destinadas a prioridades sanitarias públicas urgentes en el país, GSK ha establecido un programa de colaboración en I+D en Fiocruz para el desarrollo de una vacuna contra la fiebre de dengue.