Aunque la gran mayoría de los pacientes informa de una mejora de su bienestar después de una cirugía de 'bypass' gástrico en Y de Roux (BGYR), la prevalencia de síntomas tales como dolor abdominal y fatiga son altas y casi un tercio de los pacientes son hospitalizados, según un estudio publicado en la edición digital de 'Archives of Surgery'.
Para los pacientes con obesidad mórbida, la cirugía bariátrica, incluyendo cirugía BGYR, es un tratamiento eficaz para la pérdida de peso y las enfermedades asociadas con la obesidad. Sin embargo, varios síntomas médicos, nutricionales y quirúrgicos que requieren tratamiento pueden producirse después de la cirugía BGYR y pueden afectar a la calidad de vida (CV) de los pacientes, por lo que conocer los posibles predictores de estos síntomas es importante para la prevención.
Sigrid Bjerge Gribsholt, del Hospital Universitario de Aarhus, en Aarhus, Dinamarca, y sus colegas encuestaron a pacientes que se sometieron a la cirugía BGYR entre enero de 2006 y diciembre de 2011, en la Región Central de Dinamarca. Una cohorte de 89 personas se comparó con los pacientes de acuerdo con el índice de masa corporal y el sexo, pero los que no se sometieron a la cirugía BGYR fueron encuestados como un punto de referencia.
Los investigadores midieron la prevalencia y severidad (basándose en contactos con el sistema de salud, que van desde la ausencia de contacto a la hospitalización) de los síntomas auto-reportados después de la cirugía de BGYR. De 2.238 pacientes sometidos a cirugía BGYR, 1.429 (64 por ciento) respondieron a la encuesta.
Entre estos pacientes, el 89 por ciento informó de uno o más síntomas una media de 4,7 años después de la cirugía BGYR. Un total de 1.219 de los 1.394 pacientes (87 por ciento) dijo que su bienestar se mejoró después en comparación con antes de la cirugía BGYR, mientras que el 8 por ciento dijo que su bienestar era menor.
El 68 por ciento de los pacientes había estado en contacto con el sistema de atención de la salud en relación a sus síntomas versus el 35 por ciento de los del grupo de comparación, y el 29 por ciento había sido hospitalizado frente al 7 por ciento de los del grupo de control.
Los síntomas más comunes que llevaron a contactar con los servicios de atención de salud después de la cirugía BGYR fueron dolor abdominal (34 por ciento), fatiga (34 por ciento), anemia (28 por ciento) y cálculos biliares (16 por ciento). El riesgo de los síntomas fue mayor entre las mujeres, entre los pacientes menores de 35 años, entre los fumadores, entre los desempleados y en aquellos con síntomas quirúrgicos antes de la cirugía BGYR. La calidad de vida se asoció inversamente con el número de síntomas.
'Centrarse en la calidad de vida entre los pacientes con muchos síntomas puede ser necesario, ya que tales pacientes están en riesgo de depresión. El desarrollo de nuevos tratamientos para la pérdida de peso con menos riesgo de síntomas posteriores debe ser una alta prioridad', escriben los autores de esta investigación.