Madrid (2- 07-10).- Un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia ha descubierto ocho genes relacionados con la alopecia areata, una de las causas más comunes de la caída del cabello. Este hallazgo, que se publica en Nature, podría generar pronto nuevos tratamientos para los millones de personas que sufren esta enfermedad.
Según la Fundación Nacional de la Alopecia Areata, este problema es una enfermedad autoinmune de la piel bastante común, que genera la pérdida de cabello en diferentes zonas de la cabeza. Afecta a cerca del dos por ciento de la población, tanto a hombres como a mujeres, aunque se diagnostica más en mujeres, ya que son más propensas a buscar tratamiento.
Entre estos ocho genes, destaca uno por su potencial papel en la aparición de la alopecia areata. Este gen, denominado ULBP3, es conocido por actuar como un mecanismo de conducción para las células citotóxicas que pueden invadir y destruir rápidamente un órgano.
Normalmente, el ULBP3 no está presente en el folículo piloso, pero las proteínas del ULBP3 son abundantes en los folículos pilosos afectados por la alopecia areata. Las proteínas atraen a las células marcadas por un receptor celular asesino, conocido como NKG2D. Además del ULBP3, otros dos genes se expresan en el folículo piloso, mientras que los cinco genes restantes están implicados en la respuesta inmune.
Según la profesora de Dermatología y Genética y Desarrollo en el Centro Médico de la Universidad de Columbia Angela M. Christiano, autora principal de este estudio, 'encontrar los genes que inician la alopecia areata es un gran paso adelante, pero la naturaleza de los mismos es aún más emocionante'.
Parece haber un mecanismo común entre órganos que expresan las señales NKG2D como parte del proceso inicial. Y como diversos fármacos que actúan contra estas dianas están siendo ya desarrollados para probarlos contra la artritis reumatoide, la diabetes tipo 1 y contra otras enfermedades en las que está implicado el receptor NKG2D, pronto podremos probar estas sustancias en ensayos clínicos para la alopecia areata. Finalmente, tendremos la posibilidad de dirigir fármacos específicamente al mecanismo que hay detrás de esta enfermedad.
Durante años, se pensó que la alopecia areata estaba relacionada con la psoriasis porque ambas son enfermedades inflamatorias donde las células T atacan a la piel. Por este motivo, los fármacos contra la psoriasis se han probado en ensayos clínicos contra la alopecia areata, pero sin mucho éxito.
En esta investigación, el equipo de la doctora Christiano encontró algunos genes en común entre ambas enfermedades. Sin embargo, demostró que los genes de la alopecia areata tenían más en común con los implicados en la artritis reumatoide, la enfermedad celíaca y la diabetes tipo 1.
Para corregir el problema de no poder predecir la progresión de esta enfermedad, la doctora Christiano observó la correlación entre cuántos genes, en pacientes con alopecias areatas de diferente gravedad y descubrió que los pacientes que tenían entre 13 y 14 genes, tenían una enfermedad que no progresaba, mientras que aquellas con 16 genes o más solían progresar a la alopecia universalis. Con estos datos, está creando un test genético que, con certeza razonable, puede predecir la severidad de este problema.
La investigación se realizó usando más de 1.000 muestras del Registro Nacional de Alopecia Areata, un registro de pacientes con esta enfermedad creado por el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades de la Piel y Musculoesqueléticas de los Institutos Nacionales de Salud. El Centro Médico de la Universidad de Columbia es uno de los cinco sitios de recogida de muestras en todo el país.