Un equipo del grupo de biología regenerativa del Instituto de Investigación Morgridge, en Estados Unidos, ha descubierto una manera de imponer un estado como inmortal en las células progenitoras de un modelo experimental responsables de la producción de sangre y tejido vascular. Mediante la regulación…
Un equipo del grupo de biología regenerativa del Instituto de Investigación Morgridge, en Estados Unidos, ha descubierto una manera de imponer un estado como inmortal en las células progenitoras de un modelo experimental responsables de la producción de sangre y tejido vascular. Mediante la regulación de un pequeño número de genes, las células quedaron como 'atrapadas' en un estado de autorrenovación y fueron capaces de producir células endoteliales funcionales, de la sangre y del músculo liso.
Una notable calidad de las células madre pluripotentes es que son inmortales en el laboratorio, capaces de dividirse y crecer indefinidamente en las condiciones adecuadas. Ahora resulta que esta facultad también pueden existir al final de su vía de desarrollo, con las células progenitoras como responsables de la creación de tejidos específicos.
El hallazgo, dirigido por el experto en células madre James Thomson y que se publicará en la edición del próximo 9 de diciembre de 'Stem Cell Reports', apunta a un nuevo potencial enfoque de desarrollo de células en el laboratorio para su uso en la detección de fármacos, terapias y como herramienta básica de investigación.
'El mayor descubrimiento es la capacidad de detener el desarrollo de estas células --resalta David Vereide, experto en biología regenerativa en Morgridge y autor principal del artículo--. Normalmente, estas células son efímeras y se avivan durante la diferenciación en tipos celulares específicos, pero encontramos una manera de interrumpir eso'.
Durante el desarrollo, se cree que las células de la sangre y vasculares se originan a partir de una célula progenitora conocida como hemangioblasto. Este proyecto de investigación identificó seis factores de transcripción en las células que permite a los hemangioblastos mantener su proliferación a través de múltiples generaciones.
Los factores de transcripción son proteínas que regulan los genes que consiguen activarse o desactivarse en un genoma. En este caso, los factores de transcripción actúan para 'mantener las luces encendidas' en estas fábricas celulares que las mantienen dividiéndose y en expansión, dice este experto.
Un elemento interesante de esta investigación, según Vereide, es que podría mejorar en gran medida la eficacia de la creación de tipos de células que tienen valor en la investigación y terapéutico. Las células progenitoras, los 'hijos e hijas' de las células madre que dan lugar a tejido específico, son por lo general los pasos finales en la producción de las células de construcción de los bloques clave del cuerpo, como el cerebro, los vasos y el hueso.
Las células madre embrionarias están muy lejos de los tipos de células funcionales, según Vereide. Cuando se diferencian, por ejemplo, en un músculo o una neurona, pasan por muchas etapas durante varias semanas o meses y cada paso se suma a la ineficiencia y la posibilidad de mutaciones.
Vereide dice que esta investigación ofrece una 'prueba de principio' de que un estado inmortal no es aplicable sólo a las células madre. El siguiente paso será la transición a las células madre humanas y hacer que las células progenitoras puedan tener una variedad de aplicaciones que permitan avanzar en la salud humana.