Lograr que el período de formación de los hematólogos sea, como mínimo, de cinco años es uno de los objetivos primordiales que persigue la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH). Se trata de una especialidad multidisciplinar y ampliar su periodo formativo 'facilitaría la adquisición de las competencias necesarias de los futuros especialistas para su desarrollo profesional en Hematología y Hemoterapia',apunta el Dr. Adrián Alegre, presidente del Comité Local del LVI Congreso Nacional de la SEHH y XXX Congreso Nacional de la Sociedad de Trombosis y Hemostasia (SETH) y, hasta ahora, presidente de la Comisión Nacional de la Especialidad (CNE).
Este congreso 2014, al que se han inscrito casi 1.900 hematólogos, ha acogido con gran interés los dos simposios internacionales que se han organizado en esta edición: uno junto a la European Hematology Association (EHA) y otra junto con la International Society on Thrombosis and Haemostasis (ISTH), lo que, en palabras del Dr. José Mª Moraleda, presidente de la SEHH 'demuestra la gran proyección y apoyo internacional con el que contamos para mantener la especialidad de forma integrada, sobre todo en los momentos de dificultad que atravesamos'.
El Dr. Vicente Vicente, nuevo presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) y nuevo presidente de la Comisión Nacional de la Especialidad (CNE), ha manifestado que 'se va a proponer un grupo de arbitraje para evaluar las competencias específicas de las especialidad con la finalidad de evitar conflictos en la práctica del ejercicio profesional, para que se respeten las competencias específicas de laboratorio, y para que se tengan en cuenta los avances en Hematología y Hemoterapia'.
Además, en colaboración con la EHA, la CNE continuará potenciando el CV Europeo con el objetivo de armonizar la formación en Hematología y Hemoterapia fuera de España. El plan de estudios europeo de Hematología, diseñado por la EHA, refleja la importancia de la formación en esta especialidad. Los hematólogos españoles demandan que en nuestro país se equipare el número de años de formación al del resto de países de nuestro entorno.
Gran desarrollo tecnológico
El nuevo presidente de la CNE ha añadido también que 'desde el punto de vista diagnóstico, pronóstico y de respuesta terapéutica se debe tener en cuenta que el desarrollo tecnológico en Medicina es impresionante y que los hematólogos tenemos la urgencia de su incorporación a nuestros laboratorios para aportar soluciones a los problemas de nuestro pacientes. De ello se beneficia todo el hospital, ya que el hematólogo lleva adelante un servicio central hospitalario en el que trabaja en hematimetría, control de la terapia anticoagulante, estudios de hemostasia, banco de sangre etc. En definitiva, aporta a los datos biológicos un sentido clínico importante, confiriendo un valor añadido y calidad a la asistencia sanitaria'.
En la especialidad de Trombosis, la reunión de la ISTH ha servido, entre otros aspectos, para abordar nuevos métodos diagnósticos para pacientes con lupus, a través de anticoagulantes lúpicos y que, gracias a la combinación de varios tests, permite a los especialistas conocer el valor pronóstico de riesgo de trombosis en pacientes con esta enfermedad.
Entre los avances más novedosos el Dr. Vicente ha subrayado la presentación 'de los resultados con secuenciación profunda de trastornos de la Hemostasia tanto de factores de coagulación como de trastornos plaquetarios permitiendo tratar enfermedades raras, coagulopatías y trombopatías'.
Trombosis y cáncer
Por otro lado, el experto ha destacado el interés internacional 'por la asociación entre cáncer y trombosis, y la aplicación de los anticoagulantes orales de acción directa para prevenir la trombosis en pacientes diagnosticados de cáncer' y la creación de un registro internacional para notificar las complicaciones hemorrágicas que pueden surgir por los anticoagulantes de acción directa.
El Dr. Ramón Lecumberri, del Servicio de Hematología y Hemoterapia de la Clínica Universidad de Navarra, ha realizado una actualización de diferentes aspectos de la asociación entre cáncer y tromboembolismo venoso, como los nuevos mecanismos implicados en el riesgo de trombosis, la prevención y el tratamiento de la trombosis en el paciente oncológico, las nuevas estrategias para la detección precoz de un posible cáncer oculto en personas con trombosis venosa; y el posible impacto positivo de algunos fármacos anticoagulantes en la supervivencia de los pacientes con cáncer.
Según Lecumberri, la relación entre cáncer y trombosis 'es estrecha y se caracteriza por tener un marcado carácter bidireccional. Por un lado, y según el tipo de cáncer, 'estos pacientes presentan un riesgo aumentado -hasta diez veces superior- de sufrir una complicación trombótica, lo que se debe a múltiples factores relacionados con el propio tumor y con su tratamiento'.
Por otra parte, el sistema hemostático (mecanismo de defensa del organismo que evita la pérdida de sangre y mantiene la fluidez circulatoria) juega un papel muy importante en procesos clave de la progresión de las enfermedades tumorales. 'El mejor conocimiento de estos mecanismos servirá para la identificación de nuevas dianas terapéuticas', ha añadido.