Identificar los rasgos tratables permite un tratamiento específico en EPOC

Con la finalidad de compartir conocimientos que puedan ser aplicados en la práctica clínica de los pacientes con EPOC y poner en común opiniones acerca del enfoque basado en los rasgos tratables, Zambon ha promovido junto a más de 100 profesionales un encuentro formativo internacional de Neumología. Uno de los temas abordados ha sido el papel de los mucolíticos con acción antioxidante como la acetilcisteína. Este agente, capaz de reducir la viscosidad del moco, neutralizar los radicales libres y contribuir tanto a la protección pulmonar como a la mejora de los síntomas, puede aportar beneficios notorios en el manejo de enfermedades respiratorias crónicas. Así lo ha explicado unos de los ponentes del encuentro formativo y miembro del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), Marc Miravitlles: “Sabemos que estos fármacos mucolíticos, y también con actividad antioxidante, cambian las propiedades del moco. Además, hacen que sea más fluido para que puedan eliminarlo con mayor facilidad, sin que se adhiera al tracto respiratorio. De esta manera, también previenen la colonización bronquial y las infecciones recurrentes, así como contribuyen a la reducción de las agudizaciones”.

Identificar rasgos tratables

Una de las claves de este encuentro ha sido la importancia de identificar los rasgos tratables. No obstante, esto permite un tratamiento específico dirigido a las necesidades de cada paciente. De este modo, aquellos pacientes con enfermedades respiratorias reciben un abordaje individualizado acorde a sus características clínicas y a su nivel de riesgo o de complejidad. El papel del estrés oxidativo en las enfermedades respiratorias crónicas también ha sido un punto destacable del encuentro formativo. Según han compartido los expertos, este factor tiene un papel clave en la progresión de estas patologías. No obstante, suele venir acompañado de lesiones en el tracto respiratorio, una hiperproducción de moco y una obstrucción por inflamación en las vías respiratorias. En este contexto, Miravitlles ha hecho hincapié en la relación del estrés oxidativo con los radicales libres como el tabaco. “El estrés oxidativo es fundamental y, de hecho, el tabaco es el principal factor de riesgo porque constituye una fuente de oxidantes muy importante. En ocasiones, y a pesar de que el paciente deje de fumar, los procesos se perpetúan y sigue existiendo un estrés oxidativo desencadenado por la inflamación y las bacterias presentes en las vías aéreas. Es lo que llamamos infección bronquial crónica. En este sentido, el estrés oxidativo perpetúa la lesión pulmonar y hace que muchas veces las enfermedades pulmonares progresen”, concluye.