La crisis económica y las constantes modificaciones que se han producido en materia sanitaria han provocado un desequilibrio en el sistema sanitario. Por ello se hace necesario, en aras de dotar de sostenibilidad y solvencia al sistema en su conjunto, impulsar las tradicionales formas de colaboración, además de explorar nuevas fórmulas colaborativas que consoliden y refuercen la excelencia de nuestro sistema en su vertiente de provisión y aseguramiento público y privado. Ésta es una de las conclusiones de la mesa redonda 'Visión de la industria y los profesionales sobre la eficacia colaborativa', enmarcada en el XX Encuentro del Sector de la Tecnología Sanitaria 'La innovación sanitaria, motor de recuperación', organizado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) y ESADE en el Auditorio Rafael del Pino de Madrid.
Según Manuel Vilches, director general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), 'la atención al paciente es el objetivo fundamental de la asistencia sanitaria y el que debe prevalecer por encima de ideologías. Por eso, hemos de tratar entre todos de diseñar un sistema que le permita transitar libremente por ambos entornos, evitándole duplicidades y esperas innecesarias y dotándole a su vez de la máxima calidad y resultados de salud posibles. Y eso se logra con la máxima colaboración de todos'.
Durante la sesión se ha hecho hincapié en la importancia de trabajar para reformar la estructura del sistema con el fin de hacerlo sostenible. En esta línea, se ha apuntado la necesidad de definir una cartera de servicios realista, contar con una financiación suficiente, evaluar la gobernanza del sistema, mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos (humanos, económicos y técnicos) y contar con la corresponsabilidad de los ciudadanos en la utilización del sistema sanitario.
Asimismo se han destacado las ventajas de la colaboración del sector privado y público de la Sanidad. Según los datos más recientes del Ministerio de Sanidad, España destina al año, aproximadamente, 7.600 millones de euros a la contratación de servicios privados, lo que evidencia el rol que el sector sanitario privado desempeña como aliado estratégico del sistema público.
De hecho, 'todas las comunidades autónomas, en mayor o menor extensión, utilizan la iniciativa privada para resolver el difícil problema de los desequilibrios del sistema sanitario' asegura el director general de IDIS. Cataluña (2.450 millones de euros, Madrid (713,7), Andalucía (446) y Valencia (442,3) son las autonomías que presentan un mayor volumen de contratación público-privada.
Contar con fórmulas ya conocidas para ahorrar en Salud
En este contexto de impulso de la colaboración público-privada, el director general de IDIS revisó durante su intervención algunas fórmulas para mejorar la sostenibilidad del sistema, sin perjudicar a los pacientes. Entre ellas se encuentra la concertación asistencial como elemento clave para liberar listas de espera y prestar asistencia sanitaria en áreas poblacionales con estructura insuficiente.
A este respecto, destaca que casi todas las comunidades presentan algún tipo de concierto con la Sanidad privada, siendo las terapias respiratorias, el diagnóstico por imagen y las intervenciones quirúrgicas los servicios sanitarios más demandados por los diferentes sistemas de salud comunitarios.
Las concesiones constituyen, asimismo, otra fórmula de probado éxito y reconocimiento por parte de los pacientes en la colaboración entre ambos sistemas y por otra parte estarían los denominados convenios singulares, en los que se realizan acuerdos con hospitales privados para ofrecer asistencia sanitaria integral a un área poblacional en la que no existe infraestructura suficiente. Algunos ejemplos son el del Hospital de Jove (para atender la zona Oeste de Gijón), la Fundación Jiménez Díaz en Madrid o el grupo de Hospitales Pascual en Andalucía, entre muchos otros.
Por último, IDIS considera que hay que tener en cuenta también los beneficios del mutualismo administrativo, al que están suscritos dos millones de mutualistas. En términos económicos, es un modelo que aporta eficiencia en la prestación de un servicio público, ya que el gasto per cápita de la población cubierta es sustancialmente inferior al gasto sanitario público per cápita (783 frente a 1.236 euros en el 2013).
A la vista de todos estos datos en las diferentes formas de colaboración y, como conclusión, se puede afirmar que la cooperación entre el Estado y las empresas no ha alcanzado el nivel óptimo deseable, ya que tan sólo el once por ciento del presupuesto de gasto sanitario público se aplica a los conciertos de operadores de Sanidad privada, el sistema de mutualismo administrativo (MUFACE, ISFAS, MUGEJU) se mantiene con dificultades crecientes y las concesiones administrativas se han visto ralentizadas y mermadas en su desarrollo futuro.
Por eso, 'desde IDIS estamos trabajando en crear nuevas fórmulas de colaboración consensuadas entre todos los agentes que nos ayuden a resolver la situación de incertidumbre en la que se encuentra nuestro sistema sanitario', concluye Manuel Vilches.