El número de implantes de desfibriladores automáticos (DAI), así como el de marcapasos, está aumentando en España de forma paulatina, tanto por el envejecimiento progresivo de la población como por la tendencia de recuperación económica. 'En el caso de los DAI, no obstante, nuestro país continúa a la cola de la Unión Europea, siendo el último país en número de implantación de estos dispositivos. En el otro extremo se encuentra Alemania, con 576 implantes por millón de habitantes al año, frente a los 118 por millón de España', explica Ignacio Fernández-Lozano, secretario general de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Asimismo, como explica Javier Alzueta, primer firmante del registro Español de DAI, también se observan diferencias entre comunidades autónomas, siendo el Principado de Asturias (167), Extremadura (160), Castilla y León (142), Cantabria (137), Comunidad Valenciana (136), Aragón (136), Comunidad de Madrid (130), Castilla La Mancha (129) y Galicia (127) las que están por encima de la media nacional.
Marcapasos sin cables
En el Registro Español de Marcapasos una de las novedades más destacables del año 2015 es que incluye por primera vez datos sobre el implante de marcapasos sin cables. En concreto, se implantaron 77 unidades, y se realizaron solo en nueve comunidades autónomas, ya que aún son pocas las indicaciones para este tipo de implantes a nivel médico, y el coste actual de esta tecnología es aún muy superior al de un marcapasos monocameral convencional.
En comparación con el uso de marcapasos convencionales en otros países, España también está por debajo de la media de la Unión Europea (954 unidades/millón), que puede vincularse a un menor gasto sanitario per cápita que en países del entorno, como Francia, Bélgica o Alemania, y a otros motivos diferentes de los económicos como falta de recursos o programas de formación, o menor incidencia de las enfermedades para las que se indica el implante y bajas tasas de derivación.