El 7 por ciento de los ciudadanos sufre dolor diariamente, y esto supone no sólo un coste social, sino también económico, ya que está directamente relacionado con el absentismo laboral y con una baja productividad, por ello, crear estrategias para el tratamiento del dolor sigue resultando esencial, incluso en tiempos de crisis.
Queda mucho por aprender y por ello, durante la jornada 'Gestión del dolor en el Sistema Sanitario', organizada por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y patrocinada por Grünenthal, se mostraban algunos de los trabajos realizados al respecto, y en el que se tiene siempre un objetivo común: conseguir implementar el dolor como la quinta constante.
Representativa es la iniciativa de 'Hospital sin dolor', del Hospital Universitario La Paz. 'Hay que salir de la Unidad del Dolor y llegar a pacientes y profesionales', y por ello su apuesta pasó por la creación de una Comisión Clínica del Dolor, porque 'tienen que ser nuestros compañeros quienes se entusiasmen con nosotros', explicaba José María Muñoz y Ramón, jefe de la Unidad del Dolor de La Paz. La idea pasa por establecer sinergias y aprovechar los recursos ya existentes, puesto que va a pasar tiempo hasta que haya inversiones. Para ello es importante trabajar a través de subcomisiones, con un planificado organigrama de actividades, y dejando un plan por escrito, para que los nuevos equipos de gobierno del hospital no tengan que reinventar desde cero. 'La dirección del hospital establece la valoración, el registro y el seguimiento del dolor como un objetivo de calidad'.
Otra iniciativa a nivel autonómico es la 'Estrategia de mejora integral del dolor' del SERGAS, que presentaba Mercedes Carreras, subdirectora general de Desarrollo y Seguridad Asistencial del Servicio Gallego de Salud. Para conseguir su principal objetivo, que es que en todos los hospitales gallegos el dolor sea una constante más, se ha establecido parámetros para valorar la eficacia del alivio del dolor, la tasa de aplicaciones, los posibles efectos adversos de los tratamientos y la satisfacción del paciente. Así se han conseguido recoger datos de una muestra de 71.000 pacientes, en la que un 57,7 por ciento padecía de dolor leve, un 35,8 de dolor moderado y un 6,6 de dolor severo. Se trata habitualmente de un dolor localizado, y más comúnmente se trata de un dolor musculo-esquelético. La recogida de datos también pasa por marcar objetivos y realizar benchmarking entre los diferentes hospitales de la comunidad.
El reto de los pacientes crónicos
Olga Solas, jefa de área del Observatorio de Salud y Bienestar Social de Castilla La Mancha, era la encargada de poner de manifiesto que además del tratamiento del dolor agudo en el hospital, existe un nuevo reto que es el de gestionar el tratamiento del dolor en los pacientes crónicos. Así recordaba la ya consabida 'medicalización de la sociedad', y otros factores como 'la frecuencia excesiva de las consultas' o 'la fascinación tecnológica'. Ante ello, proponía salidas como la segmentación de los pacientes, además de 'tener la capacidad para investigar nuestro propio contexto'.
Por último, clausuraba este acto Miguel Ángel Soria, director general de Asistencia Sanitaria del SESCAM, que concluía que 'hay mucha evidencia, tenemos que hacer el cambio, podemos hacerlo, al final, todo es creérnoslo'.