En el marco de la Jornada 'Avanzando en Gestión Clínica', organizada por la compañía biofarmacéutica AbbVie y el Centro de Investigación en Innovación en Gestión Sanitaria del IESE Business School (CRHIM), se ha presentado el Informe Amphos 2013. Dicho proyecto recoge la visión y reflexiones de gestores sanitarios y clínicos de toda España sobre cómo avanzar en la transformación de la organización de los hospitales hacia un esquema empresarial, transparente y orientado a resultados. En particular se ha trabajado en el área de la gestión clínica, como modelo de incorporación de los clínicos a la gestión y la implantación de una estructura organizativa descentralizada que promueva la innovación, la proximidad al paciente y la mejora de la eficiencia, incrementando así la productividad de los centros.
'El valor de Amphos reside en la transformación del modelo desde dentro del sistema, a través del consenso y el diálogo, y con una representación amplia de los verdaderos protagonistas de este cambio: gerentes, directores médicos y jefes de servicio de diferentes especialidades', explica Antonio Bañares, director de Gestión Sanitaria y RR.II de AbbVie.
'AbbVie, a través de este proyecto, da un paso más en su compromiso, como compañía innovadora y centrada en el paciente, de colaboración con el sistema sanitario, facilitando el debate sobre la eficiencia, la sostenibilidad del sistema y la calidad asistencial al paciente.', concluye.
'La necesidad de flexibilizar las estructuras sanitarias para mejorar la atención al paciente, unida a la situación de insatisfacción de los profesionales y la restricción presupuestaria, hace imprescindible un cambio en el modelo organizativo del hospital, que consiga dar respuesta a las inquietudes de los profesionales y ofrecer unos servicios de mayor calidad al paciente', ha comentado en su intervención Javier Mur, Senior Associate del CRHIM-IESE.
Una transformación basada en las UGC
Precisamente, y según los 85 expertos que han participado en el Informe Amphos, el cambio en el modelo organizativo del hospital pasa por la implantación de UGC en los centros sanitarios, es decir equipos multidisciplinares con un líder al frente que aporte la visión global del abordaje de una enfermedad.
Estas unidades, o áreas clínicas, son estructuras federativas que se basan en los principios de subsidiaridad, interdependencia, lenguaje común y separación de poderes y en la implicación de los clínicos en la gestión de los recursos. Todo ello, junto con la orientación al paciente y a los resultados, permite agilizar el proceso de toma de decisiones.
'El cambio de comportamiento de los clínicos es esencial. Ya no sólo se trata de realizar la actividad asistencial, si no de la planificación, el diseño organizativo y la administración de los recursos, a un coste razonable, y con una óptima calidad. Y todo ello consiguiendo la satisfacción del paciente y de los profesionales que trabajan en la UGC', ha señalado el Dr. César Pascual, vicepresidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y miembro del grupo de lanzamiento de Amphos.
Además del cambio en el rol del clínico, para que una UGC sea realmente eficaz ha de tener una alta autonomía, especialmente en la gestión de las personas y de los procesos, debe integrar la atención al paciente crónico en coordinación con Atención Primaria y contar con el apoyo y soporte del gerente del centro, así como de los estamentos políticos competentes de las comunidades autónomas.
Desde la perspectiva del paciente, el nuevo modelo propuesto en el Informe Amphos 20113 mejora la respuesta a sus aspiraciones: mayor coordinación asistencial, trato más cercano y participación en las decisiones clínicas. Todos los participantes en el proyecto recalcaron que el paciente debe ser más responsable de su enfermedad, estar más informado y aún más implicado en el desarrollo de su patología, ya que un paciente más comprometido tendrá una mejor calidad de vida y consumirá menos recursos.
Las diez claves del Informe
Respecto a la Autonomía de gestión que han de tener las UGC, cuatro claves: para alcanzar los objetivos de la gestión clínica, las UGC han de tener una alta autonomía, especialmente en la gestión de las personas y los procesos; los gestores deben estar dispuestos a ceder responsabilidades a los clínicos; los nuevos responsables de las UGC han de poder seleccionar a las personas clave de su equipo multidisciplinar; y previamente a la puesta en marcha de las UGC es imprescindible revisar y redefinir los procesos asistenciales para orientarlos al paciente y a la obtención de resultados
Desde el punto de vista del paciente, el nuevo modelo responde a sus aspiraciones de mayor coordinación asistencial, trato más cercano y participación en las decisiones clínicas; y las UGC actúan como elemento integrador en la atención al paciente crónico en coordinación con Atención Primaria
Y por último, respecto a las 'recetas' para superar las dificultades, tras una definición estratégica sobre lo que se pretende conseguir y un análisis de la situación de partida, la primera tarea que debe acometerse es el diseño general de la nueva organización; se requiere apoyo institucional en las CCAA; es necesario formar a los responsables de las UGC en habilidades de liderazgo, gestión de personas y control económico; y el marco legal debe adaptarse al nuevo modelo de gestión, incluyendo un nuevo modelo de incentivos que fomente el trabajo en equipo y premie la obtención de resultados.