El virus del papiloma humano (VPH) se considera la infección de transmisión sexual más común, ya que este virus se transmite de persona a persona por el contacto directo de piel con piel. Asimismo, el VPH es responsable del 95 por ciento de los casos de cáncer cervicouterino, por lo que la prevención primaria contra este virus en niñas es parte de la estrategia global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir la tasa de incidencia de este cáncer.
En 2018, la OMS aprobó una estrategia global para la eliminación del cáncer cervicouterino como problema de salud pública.
Los tres objetivos principales de dicha estrategia contra el cáncer cervicouterino fueron: prevenir, detectar y tratar.
Vacuna contra el VPH
Es importante recordar que el tener una cepa de este virus no excluye a la persona de poder contraer otra.
La compañía
MSD, conocida como Merck & Co., recordó la importancia de contar con una vacuna contra el VPH.
En este sentido, refirió que, esta vacunación protege a la población femenina de desarrollar enfermedades graves como el cáncer cervicouterino, de ano, vulva, vagina y reduce la aparición de verrugas genitales.
Además, la vacuna contra el VPH en mujeres de 24 a 45 años previene el desarrollo de cáncer cervicouterino, lesiones vaginales y verrugas genitales en un 97-99 por ciento.
Datos de la Secretaría de Salud señalan que el cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte por cáncer en la mujer en México.
VPH, causante de cáncer de boca y garganta
La infección por el VPH también está relacionada con un mayor riesgo de presentar cáncer de boca y de garganta, según especialistas de
Mayo Clinic.
Para prevenir estos tipos de cáncer, se recomienda vacunar contra el VPH a todos los niños y niñas de 11 o 12 años, antes de que estén expuestos al virus.
Una infección por VPH puede infectar la boca y la garganta y ocasionar cáncer de la orofaringe, que incluye la parte posterior de la garganta, la base de la lengua y las amígdalas.
En comparación con las mujeres, los hombres tienen el doble de probabilidades de que les diagnostiquen cáncer orofaríngeo. Principalmente, debido a hábitos que aumentan el riesgo, como el consumo de tabaco, el consumo excesivo de alcohol y una mala alimentación.
Por otro lado, los hombres también tienen más probabilidades de estar expuestos a sustancias tóxicas en el trabajo.
La sintomatología
Un desafío del diagnóstico del
cáncer de boca y de garganta es que muchos síntomas son comunes a otras enfermedades o afecciones y no son específicos del cáncer.
Dichos síntomas incluyen una llaga que no cicatriza, tos, dolor de garganta, dolor de oído, dificultad para tragar o ronquera.
Es fácil confundir estos síntomas con los de un resfriado común, una alergia estacional o a una celebración demasiado entusiasta.
Opciones de tratamiento
Las opciones de tratamiento para el cáncer orofaríngeo varían y se basan en diversos factores, como la ubicación y la etapa del cáncer de boca o garganta, y el tipo de células afectadas.
Las opciones de tratamiento pueden incluir las siguientes:
● radioterapia
● cirugía para extirpar el cáncer que no se haya diseminado a otras áreas
● cirugía para extirpar parte de la garganta, la laringe o los ganglios linfáticos
● quimioterapia
● tratamiento con medicamentos
● inmunoterapia
El Dr. Gregory Jones, otorrinolaringólogo en el Sistema de Salud de Mayo Clinic en Owatonna, Minnesota, recomendó también hablar con un profesional de atención médica si se nota síntomas respiratorios comunes que no desaparecen. Entre estos pueden estar la tos, dolor de garganta o inflamación de los ganglios del cuello.