Según Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de la Clínica Ginefiv
3 de febrero 2016. 2:43 pm
Cada año, cerca del 10 por ciento de los pacientes diagnosticados con cáncer están en edad fértil, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Los tratamientos oncológicos e inmunosupresores pueden afectar a la fertilidad del paciente. Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de la Clínica…
Cada año, cerca del 10 por ciento de los pacientes diagnosticados con cáncer están en edad fértil, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Los tratamientos oncológicos e inmunosupresores pueden afectar a la fertilidad del paciente. Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de la Clínica Ginefiv, recomienda informar al paciente de cómo los tratamientos oncológicos pueden influir en la capacidad reproductiva para que conozca cuál es la mejor manera de preservar su fertilidad. 'Es importante informar al paciente de cómo los tratamientos pueden afectar a su fertilidad'
Los tratamientos utilizados contra el cáncer tienen como objetivo destruir aquellas células cancerígenas que se reproducen en el organismo, pero también pueden afectar a otras células y dañar a las reproductoras o a los propios gametos. En el caso de los hombres, los tratamientos alteran el número y la morfología de los espermatozoides, así como su material genético. En las mujeres, además de la alteración en la reserva ovárica, el tratamiento puede afectar al equilibrio hormonal que regula la menstruación y el embarazo.
No obstante, existen técnicas para preservar la fertilidad. La vitrificación de ovocitos permite conservar los óvulos para que puedan ser fecundados en un futuro. Consta de una primera fase de estimulación ovárica, después una vez que han madurado, se extraen los ovocitos mediante punción y, por último, son crioconservados (solidificación celular a bajas temperaturas y muy rápida) a la espera de ser necesitados.
Para los hombres, las técnicas de preservación se realizan mediante la criopreservación o congelación del semen. La muestra puede permanecer congelada el tiempo que sea necesario, siendo siempre apta para su fecundación tras el tratamiento oncológico.