Durante lo que va de año un grupo de investigadores, especialistas y médicos en formación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desarrollan más de tres mil investigaciones, de las cuatro mil que se llevan a cabo a favor del desarrollo de nuevas técnicas de tratamiento o de medicamentos que permitan brindar mayor calidad en la atención.
El objetivo responde a favorecer el tratamiento de las principales enfermedades que aquejan a los derechohabientes, es decir, enfermedades con gran demanda en el número de consultas en las unidades médicas.
Los proyectos de investigación responden a enfermedades como cardiovasculares y circulatorias, diabetes mellitus, desórdenes mentales y de comportamiento y tumores malignos, entre otras, que representan una gran inversión financiera para las instituciones de salud.
El jefe de División de Evaluación de la Investigación en la Coordinación de Investigación en Salud, Juan Manuel Mejía Aranguré, indicó que una cuarta parte de las investigaciones están enfocadas a enfermedades menos frecuentes, pero que afectan la calidad de vida de los pacientes como malformaciones congénitas, fibrosis quística y otras que son paralizantes.
Con la puesta en marcha del convenio para promover la investigación en México, lo que refuerza el objetivo del director general, Mikel Arriola Peñalosa, para dotar de mayores recursos para este fin.
Menos del uno por ciento de los protocolos de investigación que realiza el Seguro Social cuentan con la participación de la industria farmacéutica, sin embargo, casi el 20 por ciento de los recursos económicos que recibe el Instituto para hacer investigación proviene de proyectos con esta industria, ahí la importancia de aumentar esta colaboración.
La alianza entre el IMSS y la industria farmacéutica ha generado beneficios no solo a los derechohabientes, también a la población mexicana e incluso a nivel mundial, ya que en conjunto, con los recursos económicos e infraestructura de la industria.
Los estudios clínicos que aporta el instituto a los pacientes han sido determinantes para desarrollar las vacunas contra el rotavirus mismo que elimina el virus que causa el fallecimiento de más de cinco millones de niños en el mundo por diarrea severa y deshidratación, además contra el virus del papiloma humano.