Los pacientes renales que inician tratamiento sustitutivo con diálisis peritoneal y, pasados de tres a cinco años, cambian a hemodiálisis tienen mayor supervivencia que el resto de pacientes. Así lo ha demostrado un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Diálisis y Trasplante por Araceli Caro, de la Escuela Andaluza de Salud Pública, quien ha manifestado que 'el orden en el que se emplean las distintas técnicas de tratamiento sustitutivo renal incide en la supervivencia y calidad de vida del paciente y redunda en los costes en que estos tratamientos suponen para el sistema sanitario'. De hecho, según el estudio presentado, el inicio óptimo de tratamiento puede llegar a significar un ahorro de más de doce millones de euros para el sistema sanitario andaluz.
Por su parte, el Dr. Javier Pérez Contreras, del Hospital General Universitario de Alicante, que también ha participado en la mesa redonda sobre 'técnicas domiciliarias en el tratamiento de la enfermedad renal crónica', ha señalado que 'según la evidencia que muestran los resultados, parece importante que el paciente disponga de la información necesaria para participar activamente en la toma de decisión sobre su tratamiento, que a la larga hace posible una mayor adherencia al mismo y mayor compatibilidad con su vida personal y profesional'.
Actualmente, en España hay 55.062 pacientes con algún tratamiento sustitutivo renal, de los que sólo el 5,5 por ciento está en tratamiento con diálisis peritoneal domiciliaria. En el año 2015 iniciaron tratamiento en diálisis 5.946 pacientes renales, de los que 1.059 (el 17,8 por ciento) lo hicieron con diálisis peritoneal domiciliaria.
Tanto los pacientes como los profesionales sanitarios reclaman que, para mejorar la atención al paciente renal y la eficiencia del sistema sanitario, las autoridades sanitarias deben aumentar sus esfuerzos en la mejora del proceso de trasplante renal y diálisis peritoneal; ofrecer las mismas oportunidades de elección de tratamiento a todos los pacientes renales, favoreciendo la equidad en el acceso al tipo de tratamiento sustitutivo renal y eliminando las diferencias entre provincias y comunidades autónomas; implementar las medidas necesarias para favorecer el inicio óptimo del paciente en tratamiento sustitutivo renal con medidas dirigidas a la concienciación y colaboración de todos los profesionales involucrados en la atención a las personas con enfermedad renal; y mejorar la calidad de los sistemas de información y registro, al tiempo que se fomente la realización de estudios dirigidos a la mejora de la calidad y eficiencia del tratamiento sustitutivo renal.
Además, los pacientes reclaman a los profesionales sanitarios que informen de forma adecuada y comprensible al paciente sobre los distintos tipos de tratamiento sustitutivo renal para facilitar la toma de decisiones compartidas con información basada en la mejor evidencia disponible y que priorice los resultados en salud del paciente.
Ventajas de la diálisis peritoneal domiciliaria
Desde el punto de vista del paciente, la diálisis peritoneal domiciliaria ofrece la ventaja de que se realiza en el domicilio, sin necesidad de acudir a un centro médico salvo para las visitas de seguimiento; aporta mayor independencia al paciente a la hora de realizar el tratamiento y es totalmente compatible con un estilo de vida laboral, familiar y personal activo.
Para el profesional médico, este tratamiento es el que más se acerca al funcionamiento normal de los riñones; permite mantener durante más tiempo la función renal residual de los riñones, está indicada para todas las edades y proporciona excelentes resultados clínicos mostrando la mejor supervivencia como modalidad inicial de tratamiento para los pacientes que no pueden trasplantarse de inmediato, siendo especialmente interesante como modalidad previa al trasplante renal.
Y para el sistema sanitario, La diálisis peritoneal domiciliaria es más económica (32.400 euros anuales por paciente frente a los 46.600 euros en hemodiálisis), por lo que un mayor uso de esta modalidad aumentaría la eficiencia del SNS.