Hace una semana en
Sham organizamos un
encuentro médico online con distintos profesionales de referencia de nuestro sector, representando a la Fundación (FIDISP), así como al Consejo General de Colegios de Médicos españoles (Cgcom-OMC), a la Unión Europea de Médicos Especialistas. El objetivo, por nuestra especialización y lamentablemente, por el contexto que desde comienzos de año estamos viviendo, no podía ser otro:
analizar cómo la COVID-19 ha influido e influye todavía en el sistema sanitario de nuestro país.
Toda situación de presión extrema desplaza los ejes de abscisas y ordenadas habituales. Era de esperar que una pandemia de tan fácil y rápida transmisión golpeara nuestro plano asistencial, de la misma forma que ha trastocado la ordenación habitual de todos los ámbitos de nuestra vida. La COVID-19 se trata de tsunami vírico al que han tenido que hacer frente todas las instituciones y profesionales sanitarios a una, casi como una suerte de formación tortuga de la Antigua Roma frente a un ejército invisible, pero al que estamos convencidos de que vamos a ganar esta batalla.
En este sentido, los expertos que convocamos a nuestro primer webinar de lo que esperamos sea un espacio del diálogo de distintos actores y perspectivas sanitarias se refiere, concluyeron al unísono que necesitamos tomar nota de los aprendizajes, aciertos y errores de todo lo que hemos recorrido estos meses. Porque, según también apuntaban, los efectos para la calidad asistencial y por tanto, para la supervivencia de muchas vidas, depende directamente de ello. Un análisis en el que particularmente coincido, puesto que un análisis del contexto amplio, plural y pormenorizado permite una planificación más rica y prolífica de la cantidad de riesgos sanitarios que se añaden con una pandemia a los ya habituales riesgos médicos y a otros incipientes cibertecnológicos.
Planificación
La forma en la que la COVID-19 ha impactado en el sector tiene mucho que ver con la planificación. En todo riesgo sanitario, la información y por tanto, la anticipación son aspectos determinantes para establecer un marco de acciones que nos permita contar con una estrategia clara de resolución. Este es el propósito que nos ha empujado desde nuestros inicios a buscar estar al lado y no en frente de nuestros clientes. Se trata ahora, pues, en primer lugar, de continuar este análisis de la situación para cada institución y sus profesionales, pero sin perder de vista que más que tramitar o aplicar cambios, tenemos que resolver los errores para, acto seguido, estar planteando ya soluciones concretas.
En el transcurso de la pandemia, desde un primer momento buscamos contribuir aportando a todo nuestro ecosistema. Para una compañía que tiene asegurar la confianza de instituciones, profesionales y empresas del sector sanitario, como eje principal de su actividad, es de suma importancia la colaboración con expertos y entidades aseguradoras para conseguirlo, por ello, tenemos que agradecer a los distintos especialistas jurídicos su participación en un grupo de trabajo que coordinamos desde Sham y que nos permitía ese enfoque de “detectar problemas de forma multidisciplinar y proponer soluciones rápidamente” al que hacía referencia antes.
Plan de Acción y Contingencia
Esta vocación por escuchar y trabajar “de personas a personas” no es algo que hagamos por nuestra cuenta y riesgo. Nuestra pertenencia al grupo europeo Relyens nos ha permitido contar con otra enseñanza que también se planteaba en el webinar: entender que es un desafío compartido con todo el mundo.
El Plan de Acción y Contingencia frente a la COVID-19 coordinado a nivel europeo por nuestro grupo nos ha permitido desarrollar e incorporar soluciones de allá a aquí y viceversa, teniendo muy claro en todo momento que la interlocución con este conjunto de agentes de nuestro día a día era más necesaria que nunca.
Teníamos que reinventar nuestra actual relación y posición con clientes, como decía. Propósito, antes que ingresos. Surgió, entonces, en este sentido, la oportunidad de
colaborar directamente con distintos Colegios de Médicos de España, asegurados por Sham, que antes de la declaración del Estado de Emergencia, que lanzaban una colegiación gratuita masiva para médicos de refuerzo frente a la pandemia. Decidimos sumarnos, garantizando un aseguramiento gratuito en RC profesional a todos los que se sumaran.
Cobertura por responsabilidad civil profesional
Del mismo modo que asistíamos a quienes venían a ayudar, también teníamos que ayudar a los que ya estaban. Fruto de la voracidad de la pandemia, detectamos un potencial riesgo sanitario en responsabilidad civil: el que ocurre cuando un médico especialista es desplazado de su área de especialidad, para un tratamiento general. Aquí también teníamos que estar, por eso,
decidimos extender nuestra cobertura por responsabilidad civil profesional, independientemente de la especialidad suscrita en sus pólizas.
Y resulta también, que en una emergencia como esta, es más necesaria que nunca la colaboración público-privada. Movidos por el profundo conocimiento del sector sanitario, y además por nuestra convicción en la colaboración público – privada, no dudamos ni un momento en
poner a disposición del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, a quien hemos ofrecido nuestro soporte ante cualquier cuestión que ha necesitado. Vuelvo a la idea de antes: se trata de añadir solidez a la formación frente al virus.
Es por ello por lo que compartiremos también con los distintos gobiernos, medios de comunicación y sociedad civil próximamente el
Estudio SEGCOVID de FIDISP y Sham, del que la pasada semana presentamos las conclusiones preliminares. Contar con el testimonio de más de 500 profesionales sanitarios para que entre todos pongamos en común información, necesidades y soluciones es, sin duda, una nueva forma que tenemos de buscar soluciones a esta pandemia y a futuras situaciones de estas características.
Innovación y colaboración frente a la incertidumbre de los riesgos sanitarios
Lamentablemente, no contamos todavía con una vacuna o receta frente a la COVID-19, pero desde luego, en Sham sí tenemos, por nuestra experiencia y arraigo con el sector en España, una frente a la incertidumbre de los riesgos sanitarios: la
innovación y la colaboración. Este ha sido el principal aprendizaje que nos deja esta pandemia. Hoy en día, contamos con todo tipo de herramientas y referencias.
Recuerdo el cierre a la jornada del jueves 18 de mi compañera Elena Gómez, Risk Manager de Sham, que recurría a Hipócrates para dejar una reflexión a los participantes: “Primun non nocere” (lo primero es no hacer daño). Me gustaría seguir con su idea y mentar, de nuevo, a uno de los máximos referentes en Medicina de nuestra historia, que como podemos ver, ya tenía claro que el conocimiento (hoy en día, podríamos decir que la innovación) es una gran medicina para la incertidumbre: “Declara el pasado, diagnostica el presente, pronostica el futuro. Practica estos actos”.