El
insomnio puede aparecer como un
trastorno en sí mismo, como es el caso del insomnio crónico, pero también como un
síntoma asociado a diferentes patologías mentales. Incluso, puede actuar como un factor perpetuante o precipitante de alguna patología. Sobre esta bidireccionalidad hemos hablado con la Dra. Blanca Reneses, directora del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental y jefe de Servicio de Psiquiatría del
Hospital Clínico San Carlos.
Tal y como relata la experta, son múltiples las patologías mentales que se relacionan con el insomnio. “Se asocia frecuentemente al
trastorno depresivo y a trastornos de ansiedad, incluso al consumo de sustancias. También vemos el insomnio como un síntoma relevante en los episodios depresivos y los episodios maniacos del trastorno bipolar, o en las fases más agudas de los trastornos psicóticos. De ahí, la importancia de prestar una
atención específica a este síntoma”.
Un buen diagnóstico diferencial
Ante esta relación bidireccional entre insomnio y salud mental es necesario que los profesionales tengan claro cómo
distinguir cuándo se está frente a un caso de
insomnio primario o cuando este aparece o se relaciona con alguna
patología mental, que será necesario tratar, también para no perpetuar ese insomnio subyacente.
A este respecto, la Dra. Reneses puntualiza que “el diagnostico diferencial se hace con una buena
historia clínica que tiene que ser detallada y con una buena exploración psicopatológica. Ahí hay que conocer y averiguar cómo es ese insomnio y qué características clínicas tiene en torno a la duración, el impacto en el día siguiente, y saber si hay una patología psiquiátrica asociada o no”.
Por otra parte, “si sospechamos que puede haber un problema más allá del insomnio crónico, como una apnea del sueño, un síndrome de piernas inquietas u otro trastorno del sueño, hay que derivarlo a una unidad específica del sueño”.
Sin embargo, no siempre se pone el foco en el insomnio como un problema en sí mismo y, por lo tanto, no siempre se hace un correcto diagnostico diferencial. “Los psiquiatras estamos muy acostumbrados a hacer este abordaje, pero es cierto que pacientes con insomnio se ven en muchas consultas, sobre todo en
Atención Primaria y es aquí donde hay que
poner énfasis en poder distinguir si se trata de un insomnio primario o si hay además un trastorno mental que hay que tratar, porque si no estaremos perpetuando esta sintomatología”.
Retos y posibilidades de mejora
Ante esta realidad, hay margen para mejorar el abordaje del insomnio. Para empezar, la Dra. Reneses pone de manifiesto la importancia de “estar al día en las novedades en cuanto a las
guías de práctica clínica y en el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos, además de trabajar en las pautas básicas de higiene del sueño y contar con mejor acceso a terapia conductual”.
En cuanto a las novedades farmacológicas, la experta puntualiza que “tenemos aprobado muy recientemente por la Agencia Europea del Medicamento un fármaco que se ha desarrollado específicamente para tratar el insomnio crónico y que tiene un mecanismo de acción novedoso”.
Se trata de daridorexant, que pertenece a la familia de los fármacos que actúa en el sistema de las orexinas. “
Daridorexant funciona como un antagonista dual y lo que hace es inhibir el sistema de hiperactivación o hipervigilancia que se produce durante la noche en muchas personas que tienen insomnio, lo que permite que el sueño llegue de una
manera natural y fisiológica”.
Al respecto de este nuevo tratamiento, la psiquiatra concluye sobre el mismo que “se trata de un
tratamiento prometedor, porque en los estudios no se han visto efectos de tolerancia ni de dependencia y además los pacientes presentan una buena funcionalidad durante el día”.
