La prevalencia de la insuficiencia cardiaca en España es del 6,8 por ciento en la población de 45 o más años, incrementándose con la edad y llegando a alcanzar el 16 por ciento en personas mayores de 75 años. Además, es la cuarta causa de mortalidad en España. 'Existen dos perfiles principales de pacientes con insuficiencia cardiaca, por un lado, mujeres ancianas con pluripatología y descompensaciones habituales con antecedentes de hipertensión arterial, que representan alrededor de un 60 por ciento de los casos y, por otro, varones de menor edad con antecedentes de cardiopatía isquémica, que son el 40 por ciento restante', según Luis Manzano, coordinador del Grupo de Insuficiencia Cardiaca (IC) y Fibrilación Auricular (FA) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), durante la XVIII Reunión de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular de la SEMI, en Córdoba.
Las causas que favorecen la aparición de la IC son varias, destacando el padecimiento de cardiopatía isquémica (CI), hipertensión arterial (HTA) o diabetes. Por ello, los factores de riesgo que se asocian a la IC son los causantes de producir estas enfermedades: fumar e hipercolesterolemia en el caso de la CI; malos hábitos alimenticios o estrés en HTA; y el sedentarismo y consumo excesivo de azúcares por la diabetes. 'La prevención de la insuficiencia cardiaca, por tanto, se puede abordar actuando sobre estos factores de riesgo, además de identificar y tratar adecuadamente las patologías que provocan', señala el especialista.
Fibrilación auricular
En la actualidad, existen diversas técnicas quirúrgicas para tratar la fibrilación auricular. En todas ellas es muy importante la valoración del riesgo perioperatorio en estos pacientes. 'En estos casos hay que tener en cuenta dos aspectos de interés, como son el control de la frecuencia cardiaca y el manejo de la anticoagulación antes, durante y después del acto quirúrgico', señala Manzano.
En los últimos años, los tratamientos para esta enfermedad también han evolucionado, destacando el que emplea hierro intravenoso. 'Esta opción terapéutica ha demostrado su utilidad en pacientes con o sin anemia y déficit de hierro, mejorando la calidad de vida y morbilidad de los pacientes, evitando reingresos y disminuyendo su mortalidad', añade.