La adherencia y la correcta dosificación de la insulina se basan en una educación diabetológica correcta, que incluye un autocontrol glucémico. La insulina glargina ofrece una acción más estable.
24 de mayo 2023. 10:30 am
La insulina glargina es un análogo recombinante de la insulina humana que, al igual que otros tipos de insulina, regula el metabolismo de la glucosa. Reduce la concentración sanguínea de glucosa porque estimula su captura periférica, especialmente en músculo y grasa. También inhibe la producción…
La insulina glargina es un análogo recombinante de la insulina humana que, al igual que otros tipos de insulina, regula el metabolismo de la glucosa. Reduce la concentración sanguínea de glucosa porque estimula su captura periférica, especialmente en músculo y grasa. También inhibe la producción hepática de glucosa, la lipólisis en adipocitos y la proteólisis, y aumenta la síntesis proteica.
Su efecto hipoglucemiante es más prolongado. Estructuralmente tiene dos moléculas de arginina al extremo del carboxilo terminal de la cadena B y sustitución de asparagina por glicina en la posición A21.
Estos cambios moleculares generan un análogo soluble en solución ácida (pH 4). En el pH neutro del tejido subcutáneo forma microprecipitados donde se libera lentamente sin picos pronunciados.
El inicio de efecto de la insulina glargina es lento, de una hora a hora y media. Alcanza su máximo en cuatro o seis horas, y persiste de 20 a 24 horas.
Por ello, se aplica una vez al día, aunque en algunos pacientes con menor sensibilidad o mayor resistencia se aplica dos veces al día.
Características
La interacción de la insulina glargina con el receptor insulínico es semejante al de la insulina humana. Presenta una acción más estable, con menor variabilidad, menor ganancia de peso, menos riesgo de hipoglucemia, mejor control de glucemias y mejoría de la hemoglobina glicosilada.
La glargina de 100 Ul presenta un perfil de acción constante y sin picos. Además, ofrece una variabilidad de absorción menor que la insulina humana, lo que le confiere una alta similitud a la secreción basal fisiológica. Por tanto, aporta durante todo el día los niveles de insulina necesarios.
Posología
La cantidad de insulina glargina a aplicar depende de muchos factores, como el tratamiento previo, el grado de control de la diabetes, las características antropométricas del paciente, la reserva insulínica.
Cualquier paciente con diabetes mellitus tipo 2 y un control subóptimo, se podría beneficiar de un tratamiento con insulina glargina. Los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 también son candidatos a conseguir beneficio del tratamiento con insulina glargina, ya sea al debut o en el seguimiento.
Insulinización
La insulinización puede hacerse en el momento del diagnóstico o en el seguimiento. Al inicio de la enfermedad, si aparece pérdida de peso, cetonuria intensa o síntomas cardinales de diabetes, especialmente con HbA1c >9 %.
La causa más frecuente de insulinización es la persistencia de un control deficiente tras haberse prescrito uno o más fármacos orales.
El uso combinado de insulina glargina y antidiabéticos orales en pacientes con diabetes tipo 2 está indicado cuando hay un control inadecuado de la glucemia. Dicha combinación tiene efectos positivos sobre el control de la glucemia y las necesidades de insulina. Además, el aumento de peso adicional se puede evitar si se agrega metformina a insulina.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Endocrinología Rosa Quilez Toboso y José Juan Lozano García, y los médicos de Familia Francisco José Fernández-Rosillo Padilla y Carmen Campayo Ortega, de Albacete, y Armando Jurado Fortoul, Clever Vázquez Rodríguez, Ángel Ávila Camejo, Yurel Falagan González y Francisca Garzón Ramos, del Centro de Salud Muntanya.