La insulina glargina se considera como una opción adecuada para iniciar insulinoterapia en diabetes mellitus tipo 2 cuando hay que reforzar el tratamiento con antidiabéticos orales
15 de noviembre 2022. 10:00 am
La insulina glargina es una buena opción para mantener niveles de insulina estables durante todo el día. Es una buena opción para iniciar insulinoterapia en diabetes mellitus tipo 2 cuando tratamiento con antidiabéticos orales ya no es suficiente. El inicio de acción de la insulina…
La insulina glargina es una buena opción para mantener niveles de insulina estables durante todo el día. Es una buena opción para iniciar insulinoterapia en diabetes mellitus tipo 2 cuando tratamiento con antidiabéticos orales ya no es suficiente. El inicio de acción de la insulina glargina es más lento que el de la insulina humana.
La insulina glargina es un análogo de insulina que se obtiene por tecnología de ADN recombinante de Escherichia coli en el que se ha sustituido asparagina por glicina en la posición 21 de la cadena A de la insulina y se han añadido dos moléculas de arginina en la posición 30 de la cadena B.
Su inicio de acción es más lento que el de la insulina NPH humana y su perfil de acción es más suave y sin picos. Además, presenta una duración de acción prolongada de hasta 18-24 horas.
También hay que destacar que tiene una menor variabilidad en su absorción que la NPH, por lo que reproduce mejor la secreción basal fisiológica de insulina.
Administración
La insulina glargina debe administrarse una vez al día a cualquier hora, pero todos los días a la misma hora, aunque es preferible administrarla por la mañana cuando aparece mayor riesgo de hipoglucemias nocturnas.
La inyección de insulina glargina una vez al día alcanza niveles de estado estacionario 2-4 días después de la primera dosis. Excepcionalmente, en algunos pacientes con diabetes mellitus tipo 1 se pueden requerir dos inyecciones al día para poder cubrir las 24 horas del día.
Cambio a la glargina
Los pacientes que vayan a pasar de NPH dos veces al día a una única dosis diaria con glargina U-100 deben reducir su dosis diaria de insulina basal entre un 20 y un 30% durante las primeras semanas de tratamiento, con el fin de minimizar el riesgo de hipoglucemia nocturna y matutina. Cuando se pasa de una dosis de NPH a glargina, se debe mantener la misma dosis.
La insulina glargina se absorbe lentamente, tiene un efecto pico mínimo y un efecto de meseta estable que dura la mayor parte del día.
Generalmente, se emplea para controlar la glucosa en sangre durante la noche, mientras se está en ayunas y entre comidas.
Insulina humana
La insulina humana normal tiene un inicio de la acción de 1/2 hora a 1 hora, efecto pico en 2 a 4 horas y duración de la acción de 6 a 8 horas. Cuanto mayor es la dosis de insulina normal, más rápido el inicio de la acción y mayor el tiempo hasta el efecto pico y la duración del efecto.
Los ensayos clínicos que han comparado la insulina glargina administrada a la hora de acostarse con la insulina NPH administrada tanto una como dos veces al día han demostrado que la insulina glargina produce valores de glucemias en ayunas menores y menos episodios hipoglucémicos que en los pacientes tratados con insulina NPH29.
Composición
La insulina glargina ofrece todo el día los niveles de insulina necesarios porque se obtiene al añadir 2 moléculas de arginina en la región C terminal de la cadena B y la sustitución de la arginina por glicina en la posición A21 de la cadena A25. Estas modificaciones generan la adición de 2 cargas positivas en la molécula, cambiando el punto isoeléotnico de pH 5,4 a 6,7. Esto hace que la molécula sea menos soluble al pH fisiológico del tejido subcutáneo, formando microprecipitados de glargina que se van absorbiendo lentamente.
Además, a este análogo se le añade zinc, haciendo que cristalice en el tejido subcutáneo, lo que retrasa aún más su absorción.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia Miguel Pastor Grande, Julio Javier Olaya Monteagudo, María Blanes Martí y Cristina Morant Sanz, de Alicante.