Médicos internistas de todo el país se han congregado en la
IV Reunión del Grupo de Gestión Clínica de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) para discutir aspectos y compartir experiencias y novedades en este campo. Entre otros temas, se han analizado tendencias y estrategias en gestión clínica dentro de la Medicina Interna, herramientas de gestión innovadoras para mejorar la calidad del servicio o cómo incorporar a la práctica clínica los estándares de excelencia. Igualmente se ha reiterado la necesidad de una
mayor comunicación e integración entre Atención Primaria y Hospitalaria, para lo que es clave
facilitar las transiciones entre los diferentes niveles asistenciales.
Sobre estas cuestiones opinaba Raquel Barba, médico internista, coordinadora del Grupo de Gestión Clínica de la SEMI y responsable del Área Médica del Hospital Universitario Rey Juan Carlos. La misma explicaba que, en este punto, serán claves herramientas como el
soporte a la toma de decisiones clínicas, utilizando sistemas de IA. “Debemos ‘aprovecharnos’ de las oportunidades que nos dan estas
herramientas para poder gestionar mejor: se gestiona mejor cuando tenemos más información, y mucho mejor si la información se estructura de forma adecuada y tenemos herramientas que nos ayudan a interpretar esa información”.
Transiciones entre los diferentes niveles asistenciales
Al respecto de las transiciones entre los diferentes niveles asistenciales, estas herramientas también pueden facilitar la forma de compartir la información. “La historia clínica electrónica, los sistemas de prescripción o las plataformas de telemedicina pueden ayudar a la gestión en un entorno de falta de profesionales. Los análisis predictivos y el Big Data ayudan tanto a identificar patrones, a
predecir tendencias, a personalizar tratamientos e incluso a prevenir enfermedades, y además sirven para ser más eficientes y gestionar mejor el cada día de nuestro trabajo”, insistía la experta.
Por último, se ha indicado que “es básico mejorar la comunicación y la integración entre la Atención Primaria y la Hospitalaria, facilitando transiciones entre los diferentes niveles asistenciales”. Todo ello para
promover prácticas basadas en la eficiencia, evitando intervenciones innecesarias y fomentando el uso racional de los recursos diagnósticos y terapéuticos”. También “avanzar hacia modelos sanitarios que prioricen la calidad y los resultados en salud, en lugar de la cantidad de servicios prestados”, concluía la experta.