El tratamiento de un paciente con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) con hábito tabáquico debe basarse en dos pilares fundamentales: el tratamiento farmacológico y la intervención social. Esta última es esencial porque estamos ante “pacientes que, pese a saber que el tabaquismo les está llevando a una enfermedad sin cura, grave y mortal, siguen fumando”.
Así lo subraya el doctor Francisco Jesús del Bosch Cárdenas, médico de Familia en el Centro de Salud El Viso del Alcor, en El Viso del Alcor (Sevilla). Este especialista recuerda que los pacientes con EPOC tienen altos índices de depresión y, por lo tanto, con baja adherencia a los tratamientos y con gran resistencia a cambiar sus hábitos de vida.
De ahí que “la intervención psicosocial debe ser especialmente intensa, empática y orientada a incrementar la motivación, la auto-eficacia y la auto-estima”. En estos casos, se suele utilizar la estrategia denominada “Entrevista Motivacional”, indica el especialista.
La motivación para el cambio es un elemento clave para el éxito terapéutico, sobre todo, en el ámbito de las conductas adictivas, donde es frecuente el abandono del tratamiento y el bajo cumplimiento de las prescripciones terapéuticas. Según este experto, la Entrevista Motivacional, desarrollada por Miller y Rollnick, “resulta especialmente útil con las personas que son reticentes a cambiar y que se muestran ambivalentes ante el cambio, ya que trabaja activando la propia motivación de las personas para el cambio y la adherencia al tratamiento”.
Es una terapia que intenta ayudar a resolver el fenómeno de la ambivalencia a través de cuatro principios básicos: expresar empatía, crear discrepancias, dar un giro a la resistencia y fomentar y reforzar la autoeficacia, resume el médico de Familia.
Diferencias según paciente
El doctor Juan José Florido Ávila, del UGC San Miguel, en Torremolinos (Málaga), puntualiza que la terapia cognitivo-conductual (TCC) debe ser diferente dependiendo de si el paciente es fumador con EPOC de diagnóstico reciente o previamente diagnosticado.
Para ello, a los fumadores con EPOC de reciente diagnóstico se les debe: “explicar la íntima relación entre tabaco y EPOC, que el tabaco es causa directa de su enfermedad y que el abandono del tabaco es la única medida terapéutica eficaz para mejorar su enfermedad. Asimismo, deben saber que el uso de fármacos para su enfermedad son menos eficaces si sigue fumando y que el abandono del tabaco produce una franca mejoría de la evolución de su enfermedad y mejor respuesta al tratamiento farmacológico”, indica
1.
Por su parte, en fumadores con EPOC previamente diagnosticados, “además de los mensaje anteriores, se debe tener en cuenta que la mayoría ya han sido advertidos por diferentes profesionales (“el mismo mensaje de siempre”), por lo que se debe cambiar el mensaje y la forma de ofertarlo”, subraya el experto
1.
Abandono del hábito
Además del apoyo psicológico, el doctor Manuel Cruzado López, médico general en una consulta privada, en Málaga, destaca que no hay que olvidar que la primera y principal intervención a realizar es la interrupción del tabaquismo. “Se ha demostrado que el abandono del tabaco en una etapa intermedia de la vida mejora de forma extraordinaria el deterioro de su función pulmonar, por lo que hay que insistirles decididamente que deben dejarlo, explicándoles los beneficios de hacerlo”.
A juicio del doctor Juan Carlos López Peral, del Centro de Salud el Palo, en Málaga, la mejor forma de hacerlo es mediante la Terapia de Sustitución de la Nicotina en sus distintas formas de administración: chicles, parches transdérmicos, espray nasal, inhalador bucal y pastillas. También mediante fármacos como bupropión o vareniclina. “Existen varias otras alternativas farmacológicas (entre otros Nortriptilina y Clonidina) que se consideran de segunda línea. Actualmente, existe la citicina recientemente autorizada en España, se comporta como un agonista parcial de los receptores nicotínicos”
2.
Incrementar el ejercicio
Otro de los aspectos que no se debe descuidar en el tratamiento de los pacientes con EPOC es la realización de ejercicio físico. En palabras del doctor López Peral: “La práctica regular de actividad física contribuye a mejorar los parámetros clínicos y funcionales, así como a la esperanza de vida en una enfermedad como la EPOC tan letal como prevenible y tratable”.
Hay datos que apoyan que la realización de actividad física durante el tiempo libre, sin participar en programas de rehabilitación, contribuye decisivamente a aumentar la calidad de vida de los pacientes con un nivel de actividad física modesta, asegura el especialista
3.
En este sentido, los resultados del estudio prospectivo BIOBANK británico, publicado en marzo del 2019, en la revista
Medicine & Science in Sports & Exercise, demostraron que pasear a un ritmo rápido se asociaba con una reducción tanto de la tasa de muerte por todas las causas como de la tasa específica por enfermedades cardiovasculares y respiratorias versus caminar a un ritmo lento
4.
En el caso de la EPOC el descenso de mortalidad observado fue realmente alto. Este trabajo se basó en el estudio, durante cinco años, de 318.185 personas (54 % mujeres), de 40 a 69 años
4.
Por tanto, “para estos pacientes, es mejor practicar actividad física de forma regular, ya que con poco se consigue mucho: ralentización del deterioro progresivo de la función pulmonar, aumento de su calidad de vida, reducción de las exacerbaciones e ingresos hospitalarios, así como de la mortalidad total y específica”, especifica el especialista.
Consideraciones nutricionales
Otro factor más a tener en cuenta en el manejo de la EPOC, más allá del tratamiento farmacológico se basa en la nutrición del paciente, ya que la aparición de bajo peso y malnutrición va unida a un peor pronóstico funcional y vital en el paciente, explica el doctor Gregorio Sánchez Romero, del Centro de Salud Carihuela, en Torremolinos (Málaga).
En ese sentido, asegura que se debe realizar una valoración nutricional en todos los pacientes con EPOC, implementando −si fuera necesario− el soporte nutricional adecuado
5.
“En el caso de pacientes con obesidad o con niveles de vitamina D por debajo de 25 nmol/L, se les debe aconsejar la pérdida de masa grasa con una dieta adecuada en el primer caso y la suplementación con vitamina D en el segundo”, asevera
5. Por su parte, para los que presentan malnutrición, en general, se recomienda una dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados, selenio y vitaminas A, E, y C como antioxidantes que mejorarían el peso, la actividad física, la fuerza muscular, la capacidad de ejercicio y la calidad de vida”, añade5.
Concluye el experto señalando que, para los pacientes con EPOC, es importante comer en una atmósfera de tranquilidad, sentado y no tumbado, poder elegir alimentos fáciles de preparar e incluir alguno favorito del paciente para favorecer un mejor aporte nutricional
5.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores: Antonio Jesús Cuadra Escalante, Emilio Cabreja López, Francisco Javier Rodríguez Peso, Gregorio Sánchez Romero, Juan Carlos López Peral, Luis Miguel de la Morena González, Manuel Cruzado López, Francisco Jesús del Bosch Cárdenas y Juan José Florido Ávila.
Referencias:
1 Tratamiento del tabaquismo en fumadores con EPOC. Normativa 60. Octubre 2012.
2 FIORE M C, JAÉN C R, BAKER T B, BAILEY W C, BENOWITZ N L, CURRY S J. Treating Tobacco Use and Dependence: 2008 Update. Clinical Practice Guideline. Rockville, MD: US Department of Health and Human Services, Public Health Service; 2008.
3 Garcia-Aymerich J, Lange P, Benet M, et al. Regular physical activity reduces hospital admission and mortality in chronic obstructive pulmonary disease: a population based cohort study. Thorax 2006; 61:772–778.
4 Medicine & Science in Sports & Exercise. March 2019 – Volume 51 – Issue 3 – p 472-480 Walking Pace Is Associated with Lower Risk of All-Cause and Cause-Specific Mortality. CELIS-MORALES et al.
5 Guía GesEPOC 2021.Tratamiento no farmacológico de la EPOC. SEPAR.