Los tratamientos para la depresión que no involucran fármacos antidepresivos, sino que se centran en intervenciones psicoterapéuticas, son beneficiosas, sin que una forma de terapia sea mejor que las demás, según un estudio realizado por investigadores internacionales.
Los investigadores, dirigidos por Jürgen Barth, de la Universidad de Berna, en Suiza y que publican los resultados en la revista Plos Medicine, llegaron a estas conclusiones mediante la revisión de 198 estudios publicados en los que participaron más de 15.000 pacientes que recibieron uno de los siete tipos de intervención psicoterapéutica: psicoterapia interpersonal, activación conductual, terapia cognitivo-conductual, terapia de resolución de problemas, terapia psicodinámica, capacitación y apoyo de asesoramiento social.
Los autores encontraron que las siete fueron mejores terapias para reducir los síntomas de la depresión que la lista de espera y el cuidado normal y que no hubo diferencias significativas entre los diferentes tipos de terapia. También hallaron que las terapias funcionaron igualmente bien para los diferentes grupos de pacientes con depresión, como para los más jóvenes y mayores y para las madres con depresión después de haber dado a luz.
Los investigadores no detectaron diferencias importantes al comparar individuos con la terapia de grupo o con la terapia cara a cara en comparación con las interacciones basadas en Internet entre el terapeuta y el paciente. 'Las siete intervenciones psicoterapéuticas lograron un pequeño efecto moderado en comparación con la atención habitual. En general, encontramos que las diferentes intervenciones psicoterapéuticas para la depresión tienen efectos comparables, entre moderados y grandes', destacan los autores del estudio.
La psicoterapia interpersonal es corta y muy estructurada, con un manual de centrarse en cuestiones interpersonales en la depresión, mientras la activación conductual eleva el conocimiento de las actividades agradables y busca incrementar las interacciones positivas entre el paciente y su entorno.
La terapia cognitiva conductual se basa en las creencias negativas actuales de un paciente, evalúa cómo afectan el comportamiento actual y futuro y los intentos de reestructurar las creencias y cambiar el panorama. La terapia de resolución de problemas tiene como objetivo definir los problemas del paciente, proponer múltiples soluciones para cada problema y luego seleccionar, implementar y evaluar la mejor solución.
La terapia psicodinámica se centra en los conflictos y las relaciones no resueltas del pasado y el impacto que tienen sobre la situación actual del paciente. En la terapia de habilidades sociales, éstas ayudan a construir y mantener relaciones sanas basadas en la honestidad y el respeto mientras el asesoramiento de apoyo es una terapia más general que tiene como objetivo lograr que los pacientes hablen sobre sus experiencias y emociones y ofrecer la empatía sin sugerir soluciones o enseñar nuevas habilidades.