Otro punto abordado en la
VI Jornada Anticipando La Medicina del Futuro ha sido la Investigación Farmacológica en la Era de la Medicina Personalizada de Precisión
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Mabel Loza, catedrática de Farmacoloxía en la Universidad de Santiago de Compostela, ha abordado el tema de la materia. En este sentido, ha insistido en que “en España tenemos el reto a la desconexión entre la investigación y la innovación”. “Estamos en primer lugar en investigación clínica, pero nos falta. Tenemos los retos clínicos o de implementación, como la falta de estándares y criterios para el traslado eficiente entre las distintas etapas del proceso de investigación farmacológica, una elevada complejidad burocrática de los ensayos clínicos y de la regulación que acumula retrasos, falta de coordinación y colaboración, etc... En su opinión, “los datos reales y su eficacia es imposible sin la IA”. Según destaca, “estamos en una crisis de formación. Hay muchos conocimientos, pero falta replantearse como en el s. XXI sepan entender la investigación transnacional y de la medicina de precisión”.
Joan Albanell, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar y jefe de Servicio de Oncología del Hospital HM Delfos de Barcelona, ha opinado que “el problema con la terapia molecular es que en fases tempranas puede curar más, pero en metastásica no es curativa por la heterogeneidad tumoral. Lo que puede ser curativo puede ser la inmunoterapia, queremos que funcione en este aspecto”. Además, ha explicado que han empezado un proyecto con BNA para atacar directamente al tumor. A partir de una sola diana hemos conseguido muchos fármacos. “Hay un avance biológico y tecnológico muy importante”. En definitiva, “hay que acelerar los tiempos, ya que éstas muchas veces llegan tarde”. “Necesitamos fármacos efectivos para nuevas mutaciones”.
En este sentido, “la medicina de precisión, como su nombre indica, tiene que ser precisa. Son terapias más eficaces y con menos efectos secundarios”. El reto es ir todos los agentes en la misma dirección.
Valentín Ceña, catedrático de Farmacología de la Facultad de Medicina de Albacete en la Universidad de Castilla-La Mancha, ha informado que “aunque se generan muchos datos se estratifican los pacientes”. Actualmente, cada vez se diseñan más fármacos personalizados. “La IA es muy útil para manejar la cantidad de datos que hay, pero hay que profundizar en los datos que no cuadran con la previa en un problema concreto”. “Hay que identificar las dianas moleculares, diseñar fármacos para actuar en esa diana y que sean dirigidos solo a las células que padecen la enfermedad. La nanofarmacología es un camino que está avanzando”. Y es que el seguimiento de la evolución del paciente se debe a los biomarcadores. “Una mejor comunicación seria fundamental”. “La medicina celular es bastante buena. Hay que explorar todas las opciones y no excluir a ninguna”.
Joaquín Arenas, director del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre, ha sido el moderador.
Avanzando hacia la vacunación personalizada y de precisión
La tercera mesa se ha centrado en las vacunas de precisión. En ella,
Ángel Carracedo, director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica (Servicio Gallego de Salud) y Coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela, ha presentado al ponente Luis Enjuanes.
Enjuanes, profesor de Investigación y jefe de laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones científicas (CNB-CSIC), ha descrito en este panel que “las vacunas de precisión se fundamentan en los mismos conceptos de inmunización que las clásicas, pero buscan inducir una respuesta inmunitaria más robusta y específica. Estas tienen factores como la edad, sexo, constitución genética o las patologías asociadas con inmunodeficiencia”… En todo caso, hay muchas tecnologías que contribuyen al avance de las vacunas. Las vacunas clásicas “vivas” están basadas en microorganismos atenuados y las no vivas se basan en microorganismos inactivados, o en subunidades de microorganismos. Según detalla el experto las vacunas de precisión requieren identificación y producción de miles de antígenos críticos en la protección, ya que tienen un elevado costo y nuevas tecnologías ómicas. ¿Es realmente posible económica y científicamente la identificación de la vacuna ajustada para cada paciente y enfermedad? La ciencia y la medicina están demostrando que es viable. Pero que hemos de ser muy selectivos y realistas. “El futuro lo veo ocupado y prometedor”.
Mariano Esteban, profesor de Investigación Ad Honorem del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y jefe del Grupo de Poxvirus y Vacunas, ha recordado que “llevamos 227 años desde el descubrimiento de la primera vacuna. La ciencia va abriendo las trincheras y estableciendo espacios de avance para entender cada enfermedad a una escala impensable hace unos años. La IA y tecnología en general nos va a ir abriendo incluso más fronteras”. Eso sí, “hay que entender cómo actúa cada vacuna”.
Por su parte,
Vicente Larraga, responsable de laboratorio de la Unidad de Vacunas y Parasitología Molecular del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, ha informado que “tenemos una visión eurocentrista u occidental”. Hay que pensar que gran parte de las enfermedades requieren un tratamiento específico.
Marta Massanella, investigadora Principal del Grupo de Investigación Traslacional de Inmunología y Envejecimiento del Institut de Recerca de la Sida (IrsiCaixa), ha opinado que “el problema es que hay enfermedades que mutan mucho, como el VIH o el SARS-Cov”.
Conclusiones
Pablo Lapunzina, jefe de grupo de investigación del Instituto de Genética Médica y Molecular (INGEMM) del IdiPaz y director científico del CIBERER, ha hecho un repaso al evento, ensalzado algunas de las conclusiones del mismo. 'Hoy se han abordado temas que están en el candelero de la medicina y lo estarán en los próximos 20 años: la genómica, IA y la medicina de datos'. También se ha visto lo fundamental que es 'la formación reglada. Es necesario que entre todos hagamos esfuerzos para que la informática y las ciencias de la genética se incluyan'.
Por otro lado, se ha hablado de acelerar los procesos y de financiación. Así, ha recordado que 'los países ricos lo son porque hacen investigación'.
También se ha abordado de la importancia de tener los datos genómicos para una medicina de precisión adecuada. En definitiva, aún queda mucho por hacer, pero una puesta en común con eventos como este hacen que se dé un paso adelante para contribuir a un sistema sanitario óptimo.
Patrick Wallach, presidente de la Fundación Instituto Roche, ha concluido que 'la medicina ha hecho un largo camino, siendo hoy posible el abordaje preventivo en muchos casos'.