'En este momento no podemos enlentecer la progresión de la Enfermedad del Parkinson de ninguna manera; lo único que podemos hacer es tratar los síntomas, las manifestaciones clínicas que tiene esta dolencia: temblor, somnolencia, etc., que se deben a la falta de una serie de sustancias que hay que reponer para que mejore ese problema. Pero actualmente no tenemos la posibilidad de actuar en el curso natural de la enfermedad; no contamos con un fármaco capaz de prevenir y retrasar la muerte neuronal', reconoce a EL MÉDICO INTERACTIVO la doctora Maria Cruz Rodríguez Oroz, directora del Grupo de Investigación de Enfermedades Neurodegenerativas del Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia y neuróloga del Hospital Universitario Donostia.
Rodríguez Oroz, investigadora senior Ikerbasque (Basque Foundation for Science) y miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Neurodegerativas (CIBERNED) del Instituto de Salud Carlos III, ha sido la organizadora de la VII Jornada sobre Trastornos Cognitivos en la Enfermedad del Parkinson que se ha celebrado en San Sebastián bajo el patrocinio de Lundbeck. En el evento científico investigadores de primer nivel dieron a conocer los últimos avances que se han llevado a cabo en la investigación de esta dolencia neurodegenerativa.
El principal foco del debate del curso se centró en el elevado porcentaje de pacientes que después de varios años de evolución de la enfermedad desarrollan deterioro cognitivo y demencia. Y el por qué ocurre esta propagación de la enfermedad desde unas áreas más localizadas por una afectación motora, 'que sí que sabemos que depende de una sustancia y que la podemos tratar bastante bien, hacia otras áreas mucho más generalizadas del cerebro que cuando se enferman nos dan esas alteraciones cognitivas y que a día de hoy no podemos tratarlas', explica con vehemencia.
'Ahora se conocen algunos aspectos de esta propagación de la patología a otros sistemas neuronales y cómo hay una serie de proteínas que se agregan de manera anómala y que pasan de una zona concreta a una más extensa del cerebro', añade la doctora Rodríguez Oroz. '¿Por qué ocurre ese avance? ¿Qué ocurre? 'Estamos investigando esta transmisión de la enfermedad y si hay alguna manera de reducirla', añade.
Parkinson, la patología neurológica más común tras el Alzheimer
La Enfermedad de Parkinson es la patología neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer con una prevalencia de 1 por cada 1.000 habitantes. Afecta fundamentalmente a personas de más de 60 años, por lo que constituye uno de los problemas sanitarios actuales asociados al envejecimiento.
La investigadora de Ikerbasque considera que las estrategias investigadoras que se están llevando a cabo en el Parkinson van por buen camino, 'ya que se están afrontando desde diferentes ángulos para ver cómo se produce la transmisión de la patología a otros sistemas neuronales. Creo que el abordaje se está haciendo bien', apunta la especialista.
La finalidad del encuentro científico celebrado en Donostia consistió en analizar los principales avances en el conocimiento de la enfermedad y discutir los aspectos que deben ser abordados con mayor urgencia para poder conocer elementos esenciales que permitan desarrollar estrategias terapéuticas dirigidas a detener la progresión de la muerte neuronal y de la enfermedad. 'Se abordaron aspectos y experiencias de los destacados especialistas que fueron desde cuando se inicia la enfermedad -cuando ya está causando la muerte neuronal, pero que todavía el sujeto se encuentra normal, pero su dolencia ya está actuando en el cerebro- hasta las fases más agudas del Parkinson', remarca la organizadora de la Jornada patrocinada por la compañía Lundbeck, la única especializada exclusivamente en enfermedades del Sistema Nervioso Central.
A la búsqueda de marcadores
Tal y como reconoce la investigadora de CIBERNED, en la actualidad cuando alguien llega a la consulta a hacerse el diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson uno de los sistemas de neurotransmisión que está más afectado es el sistema dopaminérgico y cuando lo vemos ya ha degenerado en el 50 por ciento.' Lo que quiere decir que este cerebro lleva enfermo ya hace bastantes años, solo que todavía no había llegado al punto de fallo como para que se vieran los trastornos motores que nos llevan a los expertos al diagnóstico', explica Rodríguez Oroz, al tiempo que añade cómo en la VII Jornada de San Sebastián se analizaron también aspectos clínicos de gran relevancia en la historia natural de la enfermedad como son la fase prodrómica, con implicaciones etiológicas de cómo y cuándo se inicia la enfermedad, y la fase más avanzada, con alteraciones como el deterioro cognitivo que se relacionan con la extensión de la enfermedad a otros sistemas neuronales.
En el Parkinson como en otras enfermedades oncológicas se buscan marcadores que puedan diagnosticar la dolencia antes de que lleguen los síntomas, 'en esa fase que nos puede decir quién va a desarrollar el mal, quién esta enfermando y quién tendrá el cuadro clínico del Parkinson. Estamos en fase de investigación, pero hoy por hoy no existen biomarcadores', apunta Rodríguez Oroz. 'Biomarcadores que son importantes para el diagnóstico precoz de la patología. Los investigadores están centrando sus esfuerzos en la búsqueda de marcadores para el diagnóstico del Parkinson en fases previas a que se desarrolle la dolencia, para saber quién está enfermando y quién tendrá el cuadro clínico', insistió en señalar la doctora
¿Siguen llegando tarde a la consulta los pacientes con Parkinson? 'Más que con retraso es que cuando les atendemos ya vienen con el 50 por ciento de sus neuronas deterioradas. En este sentido para llevar a cabo una terapia neuroprotectora o de rescate neuronal sí acuden tarde. Estamos intentando buscar qué elementos puede haber antes, pero también necesitamos disponer de terapias neuroprotectoras', añade la especialista.
Beneficios del diagnóstico precoz
Porque, tal y como continúa explicando Rodríguez Oroz, 'aunque ahora mismo pudiéramos diagnosticar a un paciente el cinco años antes de que tenga las manifestaciones clínicas de la dolencia, si pudiéramos decirle que en su cerebro se está desarrollando ya el mal, no podríamos ofrecerle una solución. Es desalentador porque no tenemos un fármaco capaz de prevenir y retrasar la muerte neuronal', apunta crudamentente.
Con lo cual, asegura la neuróloga del Hospital Donostia, no es que lo diagnostiquemos tarde, 'sino que aunque lo hubiéramos detectado antes no lo hubiéramos podido frenar o enlentecer. Esa no posibilidad no existe. Para lo que nos gustaría diagnosticar precozmente el mal es para tener mejores estrategias neuroprotectoras que es otra de las cosas en las que se está intentando avanzar mucho; contar con sujetos que estén en fase muy precoz del desarrollo de Parkinson'.
En la VII jornada se incidió en la búsqueda de biomarcadores y de alteraciones que puedan indicar a los especialistas qué sujetos son los que están en riesgo de padecer el Parkinson. 'Intentar el diagnostico antes de las presentaciones; la investigación que se está realizando en estos momentos es muy importante', remarca en este sentido Rodríguez Oroz.
A modo de resumen, la organizadora de la VII jornada sobre Trastornos Cognitivos en la Enfermedad del Parkinson insistió en el dinámico debate entre todos los asistentes que se llevó a cabo sobre el progreso de la patología. 'porque si somos capaces de identificar a esas personas solamente conociendo los mecanismos por los que la enfermedad se propaga y va a otros sistemas neuronales podremos también bloquearlos para evitarla de alguna forma o por lo menos retrasar su desarrollo; las investigaciones van en esa línea', subraya.
A su juicio, se 'puede decir que se conocen muchas cosas del Parkinson pero la neurodegeneración es tan compleja que lo que nos gustaría saber realmente es por qué está ocurriendo la muerte celular de las neuronas. De eso es de lo que sabemos poco. Nos falta por descubrir por qué las células mueren, qué es lo primero que hacen que las células mueren y por qué continúan muriéndose, de eso es de lo que aún conocemos poco', sentenció.