Científicos del Instituto de Ciencia Weizmann, en Rehovot, Israel, han descubierto una nueva vía celular implicada en la enfermedad de Gaucher, causada por un defecto en una enzima relevante para descomponer un lípido. Sus hallazgos se publican en la revista Nature Medicine.La enfermedad de Gaucher…
Científicos del Instituto de Ciencia Weizmann, en Rehovot, Israel, han descubierto una nueva vía celular implicada en la enfermedad de Gaucher, causada por un defecto en una enzima relevante para descomponer un lípido. Sus hallazgos se publican en la revista Nature Medicine.
La enfermedad de Gaucher es un trastorno genético más frecuente entre la población judía asquenazí, provocado por un defecto en la enzima glucocerebrosidasa, necesaria para descomponer lípidos. Esto da lugar a la acumulación de glucocerebrosidasa en diversas células y órganos, lo que les impide funcionar correctamente.
Hay tres subtipos de la enfermedad: la forma más común, tipo 1, se caracteriza, entre otros síntomas, por hinchazón y agrandamiento del bazo e hígado y alteración en la función de estos órganos, junto con problemas en pulmón y hueso. Estos síntomas también pueden afectar a las personas con los tipos 2 y 3 de la enfermedad de Gaucher, pero lo que los distingue del tipo 1 es la afectación neurológica: la tipo 2, la forma más grave, causa un extenso daño cerebral y la muerte antes de los dos años de edad, mientras que el tipo 3 es una forma más progresiva de la enfermedad que afecta al cerebro, viviendo los primeros años de adolescencia.
Pero no se sabe qué causa exactamente tal pérdida masiva de células nerviosas en los tipos 2 y 3. Recientemente ha salido a la luz que una determinada vía bioquímica, de la que una proteína llamada RIP3 tiene un papel clave, estando implicada en la activación de la muerte celular y los procesos inflamatorios que pueden tener consecuencias graves en una serie de enfermedades.
Los doctores Einat Vitner y Ran Salomon, en el laboratorio del profesor Tony Futerman, del Departamento de Química Biológica, investigaron si esto también podría ser uno de los eslabones que faltan en la comprensión de la cadena de eventos moleculares que conducen a la inflamación del cerebro y la muerte de las células nerviosas en la enfermedad de Gaucher.
Estos expertos utilizaron un modelo experimental que poseía la proteína RIP3 y otro que carecía de ella. En estos últimos, no sólo hubo una mejoría significativa en la coordinación motora y la patología cerebral sino también una mejora de la función del hígado y el bazo. Su esperanza de vida también se incrementó notablemente de aproximadamente 35 días a más de 170 días.
'Estos resultados son muy interesantes, ya que sugieren un nuevo objetivo plausible para la intervención terapéutica para todos los tipos de enfermedad de Gaucher y tienen el potencial, en el futuro, de mejorar en gran medida la calidad de vida de los pacientes', destaca Vitner.
De hecho, aunque existe terapia de reemplazo enzimático efectiva en el que los pacientes de Gaucher son tratados con inyecciones de una versión intacta de la enzima responsable de la descomposición normal de los lípidos en las personas sanas, el costo del tratamiento de por vida es de aproximadamente 200.000 dólares por paciente por año.
Por otra parte, la enzima no puede entrar en el cerebro, ya que no es capaz de cruzar la barrera hematoencefálica, haciéndolo ineficaz en el tratamiento de los síntomas neurológicos de los tipos 2 y 3 de la enfermedad de Gaucher. Por lo tanto, es necesario desarrollar tratamientos más asequibles y alternativos.
'Si tiene éxito, el nuevo objetivo podría ser utilizado como una terapia complementaria o alternativa para la enfermedad de Gaucher y con RIP3 demostrando ser una vía celular presente en diversas patologías, estos resultados también pueden tener implicaciones en otras enfermedades neurodegenerativas, como la de Krabbe y, potencialmente, otras patologías cerebrales devastadoras', concluye Futerman.