La mosca de la fruta Drosophila Melanogaster, que es un pequeño insecto menor a dos centímetros, ahora es un punto de encuentro entre dos grupos de investigación, uno italiano y otro mexicano. El objetivo es comprender la regulación del zinc en los organismos, y de esa forma explicar fenómenos de desnutrición y problemas del sistema inmune en los seres humanos.
Se trata de los miembros del
Consejo Nacional de Investigación de Italia y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (
Cinvestav), quienes cuentan con un convenio de colaboración para realizar estudios científicos basados en la genética molecular.
El proyecto de colaboración busca extender las observaciones realizadas en un modelo de investigación a moscos vectores de enfermedades como la malaria, el paludismo o el dengue.
Objetivo de la investigación
En detalle, la colaboración científica internacional describe una nueva función hormonal para la quinurenina, que regula el zinc al interior del organismo con implicaciones en el
sistema inmune y en la nutrición.
El estudio se publicó previamente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA con el título “Tryptophan regulates Drosophila zinc stores”. Y en el participaron investigadores del Cinvestav, y otros expertos internacionales procedentes de países como Alemania e Italia.
Dicho estudio destaca una nueva función fisiológica de la quinurenina, la cual facilita el almacén de zinc en las células de un modelo animal.
Esta función podría explicar por qué se reportaron altas concentraciones de quinurenina y las bajas concentraciones de zinc en la sangre en pacientes que desarrollaron COVID-19 severo. Así lo indicó Fanis Missirlis, miembro del grupo de investigación, adscrito al Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav.
Carencia de zinc, problema de salud pública en México
Además, la investigación sostiene que la carencia de zinc es un problema de salud pública con una afectación cercana al 20 % de la población mexicana, además de que se presenta a consecuencia de la carencia de triptófano en la dieta, que es un aminoácido componente de las proteínas que se convierte en la quinurenina.
Aunque existen programas de la Organización Mundial de la Salud para suplementar el metal en la población de varios países, los investigadores sugieren que la deficiencia de zinc en el organismo quizá no se debe principalmente a la carencia del metal en la dieta, sino a la falta de triptófano.
“Estamos proponiendo que tal vez la deficiencia de zinc en la población se deba a una desnutrición proteica y esa carencia de zinc se ha asociado con alta mortalidad por covid-19”, explicó el investigador.
Método del estudio
La investigación se realizó en un modelo animal de mosca de la fruta porque permite hacer análisis genéticos; es decir, se pueden trabajar con diferentes cepas mutadas en genes específicos.
Francesca Scolari, investigadora del instituto de genética molecular de Italia, explicó que el proyecto trata sobre el estudio del almacenamiento celular y la movilización del zinc en insectos.
“La idea al estudiar esta materia se debe a que la deficiencia del zinc es un tema importante a nivel mundial”, dijo.
Anna Cleta Croce, investigadora del mismo instituto añadió, por su parte, que en los estudios está incluido un componente relevante que se obtiene en la emisión de fluorescencia, la cual es conocida como auto fluorescencia. Eso significa que los componentes están presentes de forma natural en los tejidos y generan líneas de emisión al ser estimuladas de manera adecuada, dando señales de la presencia de zinc en los insectos.
Como parte de los investigadores del Cinvestav están Liliana Quintanar, Alberto Vela y Fanis Missirlis.