El investigador Ian Alain García Aguirre fue ganador del
Premio Arturo Rosenblueth 2022, correspondiente al año 2021 a la mejor tesis doctoral del Área de Ciencias Biológicas y de la Salud.
El tema, que le hizo merecedor al reconocimiento otorgado por el
Cinvestav, es la búsqueda del
retraso de las afectaciones relacionadas al envejecimiento.
El estudio realizado por Ian García Aguirre consistió en proponer alternativas para revertir el proceso de migración de proteínas, en gran cantidad, del núcleo de la célula al citoplasma durante el envejecimiento. Junto con su asesor de tesis, Bulmaro Cisneros Vega, ha estudiado los efectos de un par de fármacos:
- La Leptomicina B para normalizar la migración proteica.
- La Cloroquina, con la intención de eliminar células senescentes (que detienen su ciclo de vida y se acumulan en tejidos).
El planteamiento
Los investigadores emplearon
un modelo celular de la progeria, síndrome que afecta a niños y los hace susceptibles a cambios similares a los ocurridos durante el envejecimiento, sobre todo a nivel molecular. Aseguran que los resultados de su modelo pueden servir también para realizar conclusiones en el organismo de las
personas con edad avanzada.
“La causa de la progeria es la expresión de una proteína llamada progerina, la cual altera diferentes procesos moleculares y celulares”, explican.
Al usar un inhibidor del proceso de salida de proteínas del núcleo, en este caso Leptomicina B, se observa que se relocalizan las proteínas en el núcleo. García Aguirre explica que de esta manera se reducen las alteraciones celulares.
Para Cisneros Vega, si bien el envejecimiento es parte de la vida, muchas enfermedades crónico-degenerativas aparecen con la edad. Lo anterior como resultado de lo acontecido a nivel celular, lo cual conlleva alteraciones fisiológicas. “Al emplear Leptomicina B (un antibiótico antimicótico) pudimos ver la reducción de las alteraciones en los procesos celulares, y lo interesante de este fármaco es que se dirige solo a aquellas células senescentes, no a las normales”, explica.
Objetivos claros de la investigación y metodología
En el caso del uso de la Cloroquina (empleado para la malaria), se buscó aprovecharla como inhibidor de la autofagia. Se trata de un proceso que protege las células, al destruir proteínas y componentes celulares dañados para reciclar sus componentes. Sin embargo, durante el envejecimiento y el síndrome de progeria, derivaba en anomalías celulares.
En este tema, se han abierto otras líneas de investigación en el laboratorio a fin de llegar a nuevas conclusiones.
Cisneros Vega aclara que por ahora los estudios realizados se han hecho en un modelo celular y el siguiente paso es analizar esta terapia en modelos animales (ratón). Para luego observar los efectos en cada tejido y en la fisiología general del ratón, a fin de corroborar los resultados después por medio de pruebas clínicas.
Esta investigación es novedosa debido a que es la primera ocasión en relacionar la migración de proteínas del núcleo al citoplasma con las alteraciones propias del envejecimiento, demostrando así que la modulación de este proceso podría atenuar las alteraciones fisiológicas de la edad avanzada.