El verano de 2013 trajo a los niños internados en el madrileño Hospital Universitario La Paz un jardín, que plantado en la azotea del edificio del Materno Infantil, convirtió un espacio de duro cemento y en desuso, en un lugar donde poder jugar con otros niños y trasladarse por un camino de colores a las atracciones que pueblan su césped artificial. La experiencia ha sido tan exitosa que ya se trabaja y se recaudan fondos para poder plantar otro jardín; esta vez, en el Hospital Universitario 12 de Octubre de la capital.
El pasado 26 de junio los medios de comunicación dábamos cuenta, entre niños felices, de que en la azotea del Hospital La Paz había brotado un jardín de 700 metros cuadrados al que han convenido en llamar 'El Jardín de mi Hospi' unos hados que trabajan en el Plan de Humanización del hospital, confabulados con la Fundación Juegaterapia. También ha unido sus fuerzas en el proyecto un 'ángel' poco convencional, Pablo Ibáñez, 'El Hombre de Negro', presidente de honor de Juegaterapia, que ha recaudado fondos para esta y otras empresas.
Batas blancas en el jardín
El día de la inauguración fue una fiesta en todo el hospital. En el jardín se podían ver batas blancas que subían desde los más diversos servicios del centro hospitalario y que contemplaban regocijados el efecto que el jardín causaba en los niños.
A la hora de presentarle tan pionero proyecto a la prensa, el Dr. Javier Cobas, subdirector gerente del Hospital, -y el primero que dio una pista sobre la brillante idea de hacer un jardín, puesto que se había fijado en lo felices que parecían unos niños en un jardín de un hospital neoyorquino- afirmó: 'A nuestro Hospital Infantil acuden cada año 120.000 niños a consultas y 3.000 a cirugía ambulatoria; además de los 9.000 que ingresan en hospitalización. Algunos de estos niños pasan aquí varios meses y son ellos los que más agradecen este jardín'.
El Plan de Humanización del hospital y la Fundación Juegaterapia se pusieron en contacto con Joaquín Torres, director del estudio de arquitectura A-cero, que diseñó desinteresadamente el proyecto, pensando en un espacio divertido pero en el que los niños pudieran desplazarse sin dificultad.
Recordó el Dr. Cobas que el Plan de Humanización del hospital, también pionero en España, pretende que los niños se encuentren casi como en casa el tiempo que estén ingresados. Al menos, se intenta que ese periodo en el hospital no rompa del todo con su vida diaria.
'La quimio jugando se pasa volando'
Una de las personas determinantes para que 'los queridos pelones' se diviertan y se olviden de su enfermedad es Mónica Esteban, presidenta y fundadora de Juegaterapia, cuya función principal es recoger vídeo consolas usadas de donantes solidarios y entregárselas a los niños, que a causa de los tratamientos de quimioterapia tienen que permanecer mucho tiempo en los hospitales.
Como todas las grandes ideas surgió por casualidad. Un día Mónica fue a ver al hijo de una amiga que estaba ingresado a causa de un cáncer. El hecho de que el niño cogiera la vídeo consola con tanto entusiasmo y felicidad hizo que Mónica pensara en dedicarse a llevar entretenimiento y alegría a otros niños que estaban pasando por eso. El lema no podía ser otro que 'la quimio jugando se pasa volando'. Así que la empresa fue creciendo y hoy también aportan ordenadores y tablets.
La financiación que ha hecho posible el jardín es totalmente privada. La mayoría de los fondos han llegado en forma de sms que enviaron desde sus móviles 187.000 personas, animadas a colaborar con el proyecto desde la tele por el presentador del Hormiguero de Antena 3, Pablo Motos, y por la bonomía de Vicente del Bosque, seleccionador Nacional de Fútbol, que desde ese programa hizo la petición. A ellos se fueron uniendo grandes y pequeñas empresas.
Otras de las grandes personas que cuentan en esta historia es Ana Porto, responsable del voluntariado de la Fundación. Los viernes aparecen por los hospitales a llevar vídeo consolas, ordenadores o tablets a los niños que acaban de llegar y también sustituyen las estropeadas por otras reparadas.
Historias en el jardín del bien y la tortuga 'Galleta'
Ana Porto conoce lo que ocurre en el jardín y cuenta cómo un niño que no hablaba nada comentó señalando a la tortuga del jardín: 'A ésta la voy a llamar Galleta' (ante el pasmo de sus padres y de los doctores). Y hecho. A partir de ese día la tortuga del jardín es 'Galleta'. Un nombre muy apropiado para un jardín tan asombroso que hasta los árboles están renombrados y personalizados con nombres de niños.
La responsable del voluntariado de la Fundación también sonríe cuando recuerda el empeño de una niña en subir al tobogán, sin estar dispuesta a que se lo impidiera 'el triciclo porta' (plataforma con medicamentos). Cuando finalmente lo consiguió, eso sí, con la ayuda de varias personas, hizo el siguiente reproche a su temerosa progenitora: '¿no has visto lo fácil que ha sido, mamá?'.
También se acuerda, cómo no, de Álvaro, un niño reimplantado y aislado que le hacía fotos desde su habitación a la evolución que experimentaba el jardín día a día, y que lo primero que hizo en cuanto su enfermedad se lo permitió-y cumpliendo su mayor deseo-, fue visitarlo.
El éxito de este jardín pionero ha animado a este grupo solidaria a querer extender el modelo a otros hospitales españoles y la próxima vez le tocará al Hospital Materno-Infantil del 12 de Octubre de Madrid. En esta ocasión, la 'primera semilla' de este segundo jardín la ha puesto el estudio de arquitectura Moneo+Brock, dirigido por Belén Moneo y Jeff Brock, que ha hecho el diseño, igualmente, de forma solidaria y totalmente desinteresada.
Otro jardín para compartir juegos y amistades que hacen olvidar el dolor
Este jardín será construido en una zona de terraza y azotea contigua a un aula escolar, a fin de que algunas de estas actividades lectivas puedan realizarse allí, siempre que sea posible.
Belén Moneo, desarrolla su actividad profesional entre Nueva York y España, y asegura que 'la idea de diseñar un jardín para niños hospitalizados aquí en Madrid, nos ha encantado. Queremos que ellos, los protagonistas, encuentren en el jardín un espacio que entiendan como suyo. Un refugio, un escondite, su mundo, su paisaje, un sitio para la ensoñación y donde el contacto con la naturaleza, flores, frutos, colores y olores despierten sus sentidos. Confiamos en el diseño como medio para aportarles estas sensaciones. Nuestro jardín se vuelca en el juego como herramienta para la evasión y el entretenimiento pero también para el descubrimiento y la amistad'.
El jardín va a estar equipado con zonas de juego para los pequeños protegidas con toldos, un huerto al lado de las ventanas del colegio, una fuente, una poza con peces, un telescopio, un molino, un refugio rústico, un invernadero-aula para que los niños salgan en todas las épocas del año y un pequeño teatro con gradas y pantalla de exterior. Además se han diseñado áreas para que tanto los niños como los familiares o los adolescentes puedan disfrutar de su propio espacio y crear pequeñas zonas chill out.
Las obras tendrán una duración aproximada de tres meses y comenzarán una vez conseguidos los fondos necesarios. Facebook Juegaterapia es un espacio virtual en el que se hacen realidad muchos sueños en forma de donaciones, tanto de fondos como de vídeo consolas, ordenadores y tablets. La obra que realiza la Fundación se puede ver en www.juegaterapia.org y desde la que también se puede colaborar.
El jardín del Hospital Universitario La Paz y el próximo que albergará el Hospital 12 de Octubre son una buena prueba de que los sueños a veces se hacen realidad.