La Asamblea General de Farmaindustria ha elegido por unanimidad a Jesús Ponce como nuevo presidente. El director general de Novartis Farmacéutica y presidente del Grupo Novartis en España sustituye en el cargo a Juan López-Belmonte. Se cumple así con los Estatutos de Farmaindustria, que establecen la alternancia al frente de la entidad entre los tres grupos de compañías que conforman la Asociación según el origen de su capital: nacional, europeo/internacional y americano.
“La sociedad nos necesita, y debemos explicarle y demostrarle que queremos contribuir a mejorarla. Por eso, estamos aquí para seguir innovando para las personas”. Con este mensaje de compromiso se dirigió el nuevo presidente a la Asamblea General de la Asociación, tras ser elegido para los próximos dos años.
Junta Directiva de Farmaindustria
Durante la Asamblea, en la que también quedaron constituidos
la nueva Junta Directiva y el nuevo Consejo de Gobierno de la Asociación, Ponce agradeció la confianza depositada en él para un mandato que asume “con conciencia clara de la responsabilidad que implica y con la convicción de que juntos podemos afrontar con éxito los grandes desafíos que tenemos por delante y aprovechar las oportunidades que se nos presentan”, aseguró.
Con respecto a la crisis de la COVID-19, destacó que han sido años difíciles, “pero nos han permitido comprobar que el mundo esperaba una respuesta de nuestra industria y se la hemos dado”.
Jesús Ponce ha incidido, asimismo, en el papel relevante de España: “Nuestra exitosa trayectoria en investigación clínica nos ha permitido ser el primer país de Europa en ensayos clínicos contra la COVID-19, y el trabajo de nuestras compañías y la solidez de nuestro tejido productivo han sido cruciales para que ni en los momentos más críticos faltaran medicamentos”.
Los retos son grandes y complicados en nuestro país, apuntó el nuevo presidente de Farmaindustria. En este sentido mencionó desde la infrafinanciación del sistema sanitario público, el problema del acceso a los medicamentos innovadores y el desarrollo insuficiente del Perte
Salud de vanguardia hasta los riesgos de que una Estrategia Farmacéutica Europea mal enfocada reduzca los incentivos a la inversión en la región.
Sin embargo, subrayó las fortalezas del sector en España y las oportunidades que ello implica para su desarrollo y la contribución al crecimiento económico y social del país.
Motores de crecimiento
Ponce destacó el liderazgo de España en investigación clínica de nuevos medicamentos, sobre la base de la colaboración público-privada, como una palanca para crecer y “consolidar el liderazgo en I+D, con especial atención a la investigación traslacional, alimentando ese camino de ida y vuelta entre el laboratorio y la práctica clínica”. Y subrayó la fortaleza del tejido productivo y la oportunidad que supone para ganar en soberanía industrial, seguridad estratégica y generación de empleo y exportación.
Para Ponce, junto a estas fortalezas se encuentra también el compromiso social de una “industria ágil, proactiva e inteligente”, que se traduce en su condición de “vanguardia en materia de buenas prácticas y transparencia, en igualdad y diversidad y en sostenibilidad medioambiental”. Y especialmente en su capacidad de escuchar y dialogar con las administraciones y el resto de agentes sanitarios y sociales.
Sobre estas bases pidió a las compañías asociadas trabajar con la vista puesta en la salud de las personas y en las necesidades de los pacientes, y desde la participación y la suma de talento, para aprovechar las oportunidades para que un sector estratégico como el farmacéutico crezca y haga crecer a España.
Apuntó en este sentido al Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica previsto por el Gobierno como el instrumento para crear, con diálogo y entendimiento, el marco adecuado para que el sector pueda desarrollar sus potencialidades.
Un sector reforzado
La capacidad de respuesta de la industria farmacéutica, su compromiso y la consistencia de sus propuestas fueron también aspectos destacados por el presidente saliente, Juan López-Belmonte, quien recordó que su mandato se ha desarrollado durante una de las pruebas de esfuerzo más exigentes que ha vivido el sector, ante la cual ha sabido responder y salir fortalecido al mostrar el valor que aporta a la sociedad. “Antes del verano de 2020 hicimos una propuesta de valor muy sólida en la Comisión para la Reactivación Social y Económica, en el Congreso de los Diputados. No pedíamos, sino que nos poníamos al servicio de la Administración por nuestro carácter estratégico como un sector capaz de contribuir a esa reactivación económica y social”, afirmó.
Desde ese momento, el sector ha trabajado duro en la lucha contra la pandemia y, al tiempo, ha venido haciendo propuestas para la salida también de la crisis económica. “Se ha abierto una nueva etapa de diálogo con la Administración, y la voluntad del Gobierno de trazar un Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica podría ayudarnos a plasmar ese diálogo en un marco de entendimiento y cooperación para los próximos años”, insistió.
