Kerendia actúa bloqueando el receptor de mineralocorticoides, que suele estar sobre activado en esta patología, lo que provoca la progresión de la ERC y al daño cardiovascular
13 de junio 2024. 11:40 am
Se estima que 1 de cada 7 españoles presenta algún grado de Enfermedad Renal Crónica, en concreto el 15,2 por ciento del total. Este impacto es especialmente significativo entre los pacientes diabéticos, ya que se calcula que un tercio de las personas que conviven con…
Se estima que 1 de cada 7 españoles presenta algún grado de Enfermedad Renal Crónica, en concreto el 15,2 por ciento del total. Este impacto es especialmente significativo entre los pacientes diabéticos, ya que se calcula que un tercio de las personas que conviven con diabetes tipo 2 acaban desarrollando algún tipo de enfermedad renal. Expresado en años de vida, una persona con ERC y DM2 vive de media 16 años menos que la población general. En este contexto, acaba de anunciarse la aprobación de Kerendia (finerenona).
Se trata de un tratamiento para la Enfermedad Renal Crónica (ERC) asociada a diabetes tipo 2 Basándose en los resultados positivos del estudio FIDELIO-DKD Fase III, Kerendia obtuvo la autorización de comercialización de la Comisión Europea en febrero de 2022. Actualmente, ya está disponible para los pacientes españoles después de que el Ministerio de Sanidad haya aprobado su financiación en nuestro país. Esta novedad llega en un área terapéutica de elevada carga para los pacientes y el sistema sanitario, con importantes necesidades no cubiertas.
Kerendia según los expertos
Kerendia es un antagonista no esteroideo y altamente selectivo del receptor de mineralocorticoides (RM) que se ha demostrado que bloquea los efectos nocivos de la sobreactivación de RM. Esta sobreactivación contribuye a la progresión de la ERC y al daño cardiovascular que puede ser impulsado por factores metabólicos, hemodinámicos o inflamatorios y fibróticos.
“Finerenona puede suponer un importante cambio en el pronóstico de la enfermedad renal crónica asociada a diabetes mellitus tipo 2. Se trata de una nueva herramienta terapéutica que ha demostrado beneficio renal y cardiovascular en pacientes diabéticos con buen control metabólico y de hipertensión arterial y que contribuye a reducir el riesgo residual”, afirma José Luis Górriz, jefe del servicio de Nefrología del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
“El manejo integral del paciente con ERC y DMT2 es crucial. Para lograrlo debemos actuar precozmente desde la perspectiva cardiovascular y renal con una aproximación multidisciplinar. La reducción de eventos cardiovasculares en estos pacientes debe convertirse en una prioridad, pues suele ser la principal causa de mortalidad precoz. Finerenona podría ser una herramienta terapéutica clave para el manejo cardio-renal de nuestros pacientes”, apunta Alfonso Soto, médico adjunto en el servicio de Endocrinología del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña.