Teniendo en cuenta que la fisioterapia ha sido parte importante, a lo largo de los años, en el tratamiento de rehabilitación de los pacientes con dolor neuropático, ¿en qué momento nos encontramos en la actualidad en cuanto al abordaje fisioterapéutico para dichos pacientes?
El momento en que nos hallamos pasa por la comprensión en mucha mayor profundidad de la compleja fisiopatología que caracteriza al dolor neuropático, y esto es un avance con respecto a la situación que nos encontrábamos no solo los fisioterapeutas, sino el conjunto de profesionales sanitarios que nos aproximamos a los enfermos que padecen esta condición. Desde este punto de vista, los avances en la comprensión de la patobiología del dolor nos obligan a los fisioterapeutas a dirigir en esta situación clínica el tratamiento de los mecanismos y no a la fuente, a una estructura concreta, como en otras condiciones habituales a las que nos enfrentamos, como el dolor nociceptivo.
Bajo su punto de vista, ¿cuál es la importancia del tratamiento interdisciplinario en los pacientes con dolor neuropático?
La aproximación clínica al enfermo con dolor neuropático solo puede ser concebida desde la inter y la transdisciplinariedad. Toda la evidencia científica disponible apunta de una manera cada vez más sólida hacia la creación de programas multimodales donde se consideran intervenciones de tipo farmacológico junto con intervenciones de tipo fisioterápico, quirúrgico y eventualmente psicoterápico.
¿Qué posibilidades fisioterapéuticas son las más habituales en el dolor neuropático, teniendo en cuenta la división entre dolor neuropático central y periférico?
Las intervenciones de fisioterapia con mayor evidencia científica a día de hoy para la aproximación al dolor neuropático son determinadas modalidades de fisioterapia manual, el ejercicio terapéutico y la educación en neurobiología del dolor para pacientes y familiares.
¿Cuál es la importancia del ejercicio terapéutico y las técnicas manipulativas en el alivio de los pacientes con dolor neuropático?
Con respecto a la fisioterapia manual, determinadas modalidades como la movilización neurodinámica y movilizaciones articulares específica han demostrado científicamente efectos sobre el dolor y el edema intraneural, provocando hipoalgesia inmediata mediada por las fibras-C, la reducción de la nocicepción en relación con una normalización de la respuesta de células gliales satélite en los ganglios de las raíces dorsales y la respuesta de los astrocitos en la médula espinal; modula la expresión de opioides endógenos en la sustancia gris periacueductal y mejora la movilidad y la fuerza muscular.
El ejercicio terapéutico, como competencia cardinal de la profesión de fisioterapeuta, tiene un gran impacto en el manejo del dolor neuropático. A día de hoy hay evidencias muy sólidas que demuestran que programas específicos de ejercicio aeróbico desarrollados tras una valoración de fisioterapia disminuyen la sobreproducción de citoquinas pro-inflamatorias y la IL-1b, reduce la alodinia mecánica y fría y la hiperalgesia térmica en pacientes con dolor neuropático. Otras modalidades de fisioterapia como la visualización motora graduada parecen ser eficaces para los pacientes con dolor de miembro fantasma y el síndrome de dolor regional complejo. Por último, el asesoramiento ergonómico y postural está demostrado que resulta de utilidad en el manejo de pacientes con dolor neuropático, como el dolor radicular cervical y síndrome del túnel carpiano.
¿Qué importancia tienen los programas educativos tanto para pacientes como para familiares?
Los programas de educación son cruciales tanto para el paciente como para la familia. Está demostrado que la educación en neurofisiología del dolor mejora las cogniciones, el umbral del dolor, el catastrofismo, la hipervigilancia, las creencias erróneas sobre el dolor, ayudando a disminuir los síntomas, aumentar la actividad y el afrontamiento de los pacientes con dolor neuropático crónico. Pero incluso en la fase aguda, ante un dolor que no tiene sentido biológico como es el dolor neuropático y que, por consiguiente, genera una respuesta maladaptativa de estrés de grandes dimensiones, un hecho tan sencillo como explicarle al paciente y a la familia la naturaleza e historia natural del proceso, supone no pocas veces una ayuda enorme para ese paciente que se encuentra en una situación de fragilidad extrema, reduciendo la ansiedad concomitante al proceso y dándole herramientas seguras de afrontamiento.
En los últimos años, el avance del conocimiento en Fisioterapia ha experimentado un aumento exponencial, liderando la Cinesiopatología o deterioro o alteración del movimiento y la pérdida de la función del sistema musculoesquelético, dando respuestas en salud de alta calidad, excelentes resultados y seguridad.
Las administraciones del Estado, tanto central como autonómica, deberían apostar decididamente por la Fisioterapia como una fuente que atesora un enorme caudal de beneficios en salud y que aun no se oferta todas estas posibilidades en la cartera de servicios, repercutiendo directamente en el ciudadano.
La presencia de la Fisioterapia en las unidades del dolor debería ser una alternativa de implantación inmediata y, sin lugar a dudas, la creación de las consultas de Fisioterapia en Atención Primaria, para desarrollar la capacidad de atención directa o primera intención, sería dar un gran salto en beneficio de la salud comunitaria y muy especialmente los pacientes crónicos y sociosanitarios.
"La aproximación clínica al enfermo con dolor neuropático solo puede ser concebida desde la inter y la transdisciplinariedad"
Hablamos de Fisioterapia y dolor neuropático con Miguel Villafaina, presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) y Eduardo Fondevila Suárez, fisioterapeuta y profesor asociado en la EUF Gimbernat-Cantabria
Enrique G. Jordá
9 de julio 2018. 11:33 am