Un trabajo publicado en BMC concluye que reduce los efectos secundarios y aumenta la autonomía del paciente, clave para evitar desplazamientos innecesarios durante la crisis sanitaria
28 de abril 2020. 1:13 pm
Ante la crisis del coronavirus, hay que tener en cuenta que los receptores de trasplante de hígado con virus de la hepatitis B son pacientes inmunodeprimidos y, por tanto, constituyen un grupo de riesgo. De esta forma, una de las recomendaciones es la de reducir…
Ante la crisis del coronavirus, hay que tener en cuenta que los receptores de
trasplante de hígado con virus de la hepatitis B son pacientes inmunodeprimidos y, por tanto, constituyen un grupo de riesgo. De esta forma, una de las recomendaciones es la de reducir y evitar en lo posible determinados desplazamientos.
Sin embargo, actualmente estos pacientes deben recibir profilaxis a largo plazo para evitar la reinfección del órgano trasplantado. La profilaxis se realiza con fármacos virustáticos, inmunoglobulina específica, o una combinación de ambos.
En estas circunstancias adquiere especial relevancia la existencia de Zutectra, inmunoglobulina antihepatitis B de administración subcutánea que permite la autoinyección en el propio domicilio, lo que supone decisivas ventajas tanto para la calidad de vida y seguridad del paciente como para la eficiencia del sistema sanitario.
Así se desprende del estudio
publicado en BMC bajo el título ‘Switch from intravenous or intramuscular to subcutaneous hepatitis B immunoglobulin: effect on quality of life after liver transplantation’.
El mismo concluye que “la vía de administración subcutánea reduce los efectos secundarios y su interferencia en la vida cotidiana, mejora el ánimo del paciente e incrementa su autonomía”. De esta forma, se trata de una alternativa a tener en cuenta, especialmente en la circunstancia actual que pasan estos pacientes.