España está inmersa en un proceso de digitalización en el que, sin duda, destacan los proyectos de transformación digital del sistema sanitario. Desde el Data Lake Sanitario en España, pasando por todas las iniciativas de inteligencia artificial que, poco a poco, comienza a formar parte de la realidad de los servicios sanitarios. Sin embargo, ante estos grandes pasos, cabe plantearse si en ocasiones no estamos empezando la casa por el tejado. Porque, ¿cómo encaja tener un gran lago de datos sanitarios a nivel nacional, e incluso europeo, cuando los médicos de Atención Primaria aún tienen problemas para acceder a la historia clínica de pacientes de otra comunidad autónoma o de otra provincia?
Aunque sin duda, uno de los grandes hándicaps de la que
advierten los profesionales es cómo afrontar la llamada brecha digital. Una brecha que se traduce en que
no todos los pacientes tienen la capacidad o los recursos para tener acceso a internet. Pero también una brecha que supone que no todos los profesionales tienen la formación necesaria o que todos los centros sanitarios, especialmente los centros de salud de zonas rurales, cuentan con las herramientas necesarios para esta atención más online.
“Se habla de que la telemedicina podría ser una gran solución para la atención sanitaria en el entorno rural, cuando lo cierto es que en muchas zonas la cobertura es irrisoria” comenta para El Médico Interactivo Javier Sanz, coordinador del Grupo de Nuevas Tecnologías de SEMERGEN. Tal y como insiste en el experto “se ha anunciado mucho el plan de transformación digital de la Atención Primaria, pero
si no se prepara la infraestructura de los centros de salud, no solo de los urbanos, sino también los rurales, no podremos dar este tipo de servicios”.
Un reto para profesionales y pacientes
Aun así, el experto explica que, una cosa es lo que auguran estos planes y otra la realidad de la práctica clínica, que hace pensar que a la verdadera digitalización aun le quedan varios años. “Pese a lo que nos vendieron en la pandemia la realidad de la telemedicina en Atención Primaria es que seguimos haciendo tristes llamadas telefónicas con los pacientes”.
Esto supone que hay más tiempo para adaptar a la población, pero tampoco hay que perder el tiempo. De esta forma constata que hay población más vulnerable a la brecha digital. Por edad,
especialmente de los 80 a los 100 años, pero también por zonas geográficas o nivel socioeconómico. Y es que a veces se olvida que no todo el mundo tiene acceso a un smartphone o tarifa plana de datos.
En cuanto a los profesionales, insiste que sí que cuando se empezó a hablar de digitalización existía esa brecha, pero actualmente, las generaciones que estaban ajenas a lo digital se han ido jubilando o lo harán en breve. Así, l
os médicos, al igual que el resto de la población, ya están tan imbuidos en el chat GPT, los smartwatchs y las app en salud como el resto de la población.
Problemas reales de la brecha digital
Si bien esta es la perspectiva del día a día en Atención Primaria, queda por saber si realmente hay datos sobre la realidad de esta brecha digital. Al respecto, destaca
un estudio realizado por investigadores del CAPSBE y del IDIBAPS. Estos han demostrado que
las personas mayores tienen dificultades para hacer uso de las teleconsultas y que el aumento de la asistencia telemática se asocia a un descenso en el número de diagnósticos de enfermedades.
El estudio, publicado en la revista International
Journal of Environmental Research and Public Health, analiza la evolución de ambos tipos de atención en función de la franja de edad de los pacientes, así como el número de diagnósticos registrados de las enfermedades más frecuentes. Para ello, han comparado datos de las visitas cara a cara (presenciales) y las teleconsultas que se llevaron a cabo durante los períodos prepandémico (2017-2019) y pandémico (2020-2021).
Según los resultados, durante la pandemia y en un contexto en el que las teleconsultas se generalizaron debido a las restricciones de movilidad, el uso de la teleconsulta fue menor entre las personas mayores de sesenta y cinco años, en comparación con pacientes más jóvenes.
Menor uso de la telemedicina en los mayores
Ahondaba en los datos Luis González de Paz, del Consorcio de Atención Primaria de Salud Barcelona Esquerra (CAPSBE) e investigador del grupo IDIBAPS Investigación transversal en Atención Primaria. “En la franja de edad comprendida entre los 15 y los 44 años, las teleconsultas aumentaron un 74 por ciento, mientras que el incremento entre las personas mayores, a pesar de ser el grupo más frágil y vulnerable, se situó alrededor del 12 por ciento. Entre el grupo de los mayores, las visitas presenciales tampoco aumentaron, en otras palabras: las personas mayores tuvieron menor acceso a los profesionales sanitarios.
Por último, los datos también mostraron un claro bajón de los diagnósticos con el aumento de las teleconsultas. “Esto lo atribuimos a que los profesionales de la atención primaria requieren visitas presenciales con los pacientes para detectar enfermedades, que difiere de realizar seguimiento o ajustar tratamientos”, concluía el investigador.
Digitalización de la población española
Para tener en cuenta la realidad del uso de internet de la población española, según datos del Instituto Nacional de Estadística, En el año 2022 en España, el 94,5 por ciento de la población, de 16 a 74 años, ha utilizado Internet en los últimos tres meses, 0,6 puntos más que en 2021. Esto supone un total de 33,5 millones de usuarios. Los usuarios de Internet se han elevado en los últimos años y el valor de la brecha de género ha pasado de 1,8 puntos en el año 2017 a 0,0 puntos en 2022.
El uso de Internet es una práctica mayoritaria en los jóvenes de 16 a 24 años, con un 99,7 por ciento en los hombres y un 99,8 por ciento en las mujeres.
Al aumentar la edad desciende el uso de Internet, siendo el porcentaje más bajo el que corresponde al grupo de edad de 65 a 74 años (un 76,4 por ciento para los hombres y un 76,5 por ciento para las mujeres).