La combinación de
estatinas y ezetimiba permite conseguir el objetivo de control de colesterol mediante dos vías diferentes. Por un parte, la
rosuvastatina, como estatina de alta potencia, inhibe a la enzima hidroximetilgutaril-CoA reductasa reduciendo la generación hepática de colesterol.
La
ezetimiba inhibe a la proteína 1 de Niemann-Pick similar a C1 (NPC1L1) a nivel de los enterocitos intestinales reduciendo la absorción del colesterol y la circulación enterohepática. Ambas tienen efectos sobre la inflamación y sobre los niveles de triglicéridos.
La combinación de ambas moléculas permite alcanzar reducciones de colesterol de hasta un 65-70 % del basal según las dosis utilizadas.
Las guías europeas recomiendan usar la combinación frente a subir la dosis de
estatina cuando no se consigue el objetivo en monoterapia.
Interacciones
Dentro de las
estatinas, la
rosuvastatina tiene un perfil de
interacciones menor al de otras de la misma familia, ya que sólo el 10% se metaboliza a través del citocromo p450. La
ezetimiba es una molécula bastante bien tolerada y con pocos efectos secundarios. La población mayor de 70 años suele estar polimedicada aumentando el riesgo de interacciones farmacológicas y efectos adversos.
Los estudios muestran que la combinación de estas dos moléculas tiene un efecto complementario que favorece un mayor control de los niveles de LDLc y colesterol no HDL con un perfil de efectos adversos menor comparado con intensificar la dosis de estatina.
Pacientes crónicos
Teniendo en cuenta que los pacientes crónicos suelen ser pacientes
polimedicados, al reducir el número de comprimidos se influye positivamente en el cumplimiento terapéutico. La
terapia combinada es superior a la monoterapia en todos los objetivos terapéuticos en pacientes de
alto riesgo cardiovascular. Se consigue mayor disminución de cLDL que si se duplica la dosis de
estatina, aumenta el HDL y disminuye la morbimortalidad combinada de IAM, muerte cardiovascular o ictus.
La combinación de
rosuvastatina y ezetimiba en pacientes con antagonistas de la vitamina K puede dar lugar a aumentos de INR, por lo que es necesaria una monitorización adecuada tras inicio o cambio de dosis.
Edad biológica
La edad biológica
per se no debe ser un criterio para suspender un tratamiento preventivo que se ha indicado previamente.
No obstante, la edad avanzada condiciona una serie de circunstancias que pueden aconsejar la suspensión o reajuste del tratamiento.
Una situación es en caso de aparición de efectos secundarios relevantes, la presencia de otras circunstancias que aumentan el riesgo de efectos secundarios como la insuficiencia renal.
También hay que considerarlo cuando exista un deterioro importante del paciente, con limitación de su calidad de vida y una reducción importante de las expectativas de supervivencia.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria José Benito Pardo López Abad, del Centro de Salud San Roque; Antonio Silvelo Rodríguez, del Centro de Salud Trabada; Concepción Rodríguez Fernández, del Centro de Salud Milagrosa; David Álvarez Gutiérrez, del Centro de Salud Pontenova; Javier Santiso Iglesias, del Centro de Salud Guntin, y José López Pernas, del Centro de Salud Vilalba, todos en Lugo, y los endocrinólogos José Atencia Goñi, Aurelio López Guerra, Martín Cuesta Hernández y Mario Pazos Guerra, y el cardiólogo Javier Castrodeza Calvo.