La contaminación también tiene un efecto sinérgico con los alérgenos que hace que sean mucho más potentes y aumenten la respuesta alérgica en asmáticos
14 de febrero 2022. 1:32 pm
Un nuevo estudio ha constatado que la contaminación predispone al sistema inmunológico a tener una respuesta proinflamatoria. Esto ocurre incluso en personas sanas. Pero también supone una mayor respuesta de tipo alérgico en asmáticos. No obstante, la contaminación induce un efecto sinérgico con los alérgenos….
Un nuevo estudio ha constatado que
la contaminación predispone al sistema inmunológico a tener una respuesta proinflamatoria. Esto ocurre incluso en personas sanas. Pero también supone una mayor respuesta de tipo alérgico en asmáticos. No obstante, la contaminación induce un efecto sinérgico con los alérgenos. Esto provoca que estos sean mucho más potentes y aumente la reacción de las personas asmáticas frente a estos.
Tras la publicación de estos datos, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) advierte que cada vez hay más evidencia científica que apoya los
efectos nocivos de la contaminación del medio ambiente en la salud respiratoria.
De hecho, las evidencias de que la contaminación del aire favorece el aumento de los casos de asma son, en muchas ocasiones indirectas, pero van en aumento. En niños, los estudios sobre esta asociación entre contaminación y asma son más fáciles de realizar. En estos casos, se puede seguir una cohorte de niños desde que nacen hasta que son adolescentes y comprobar si han desarrollado asma o no en función de la zona en la que residen.
También se han llevado a cabo estudios en modelos experimentales, en particular en modelos murinos, que desarrollan asma y que están expuestos a contaminantes. Debido a esta exposición a la contaminación, los animales de experimentación tienen más alergia, más inflamación y más respuesta bronquial.
Biomarcadores de respuesta proinflamatoria en pandemia
Otros estudios recientes se han centrado en la
reducción de la contaminación durante la pandemia y su impacto en los biomarcadores de respuesta proinflamatoria. Así, recientemente se ha llevado a cabo un nuevo estudio alrededor de los tres meses que duró el confinamiento debido a la COVID-19 en España. Durante el periodo de confinamiento, los niveles de contaminación cayeron un 80 por ciento en Barcelona.
En los mismos se pudo analizar que
los niveles de estrés oxidativo y los biomarcadores proinflamatorios fueron mucho menores. Al volver a la normalidad, estos biomarcadores volvieron a ser más elevados.
Ante estas evidencias, desde SEPAR abogan por medidas como que los médicos deben elevar el nivel de sospecha sobre cómo la contaminación está afectando la salud respiratoria de las personas. Desde la política, se debe promover la implementación y un mayor uso de las fuentes de energía limpias. Por último, desde el ámbito personal, se pide tomar conciencia de los efectos de la contaminación en la salud y evitar coger el vehículo privado de forma tan continua.