La primera fase del estudio mostró en Estados Unidos resultados satisfactorios en el 90% de los casos
La terapia con células CART (Chimeric Antigen Receptor T) es una nueva estrategia de inmunoterapia que parece podría mostrar avances en el tratamiento del mieloma múltiple. En este sentido, está en marcha un nuevo ensayo clínico internacional para confirmar la eficacia y seguridad de un…
La terapia con
células CART (Chimeric Antigen Receptor T) es una nueva estrategia de inmunoterapia que parece podría mostrar avances en el tratamiento del mieloma múltiple. En este sentido, está en marcha un nuevo ensayo clínico internacional para confirmar la eficacia y seguridad de un nuevo tratamiento contra el mieloma múltiple avanzado, en recaída y sin respuesta a los tratamientos previos.
En el mismo, formará parte activa la Clínica Universidad de Navarra, que ha anunciado que ya ha incorporado al primer paciente europeo a dicho ensayo. En el conjunto de Europa participan en la investigación internacional un total de 20 centros, de los cuales dos son españoles.
Se trata de del estudio BB2121, en fase II, cuya primera fase se inició hace dos años en Estados Unidos, donde obtuvo resultados muy prometedores: “El 90 por ciento de los pacientes con mieloma múltiple tratados con esta nueva terapia celular obtuvieron tasas de respuesta muy satisfactorias”, según aportan Jesús San Miguel, director de Medicina Clínica y Traslacional y del grupo de Mieloma de la Clínica Universidad de Navarra, y Paula Rodríguez, responsable médico de la Unidad de Ensayos Clínicos y hematóloga del mismo centro.
La principal ventaja de este tratamiento, según se ha podido observar en los resultados de la primera fase, “es la alta tasa de respuestas con, incluso, erradicación de la enfermedad mínima residual en pacientes previamente refractarios a todo”, advierte el investigador. No obstante, los especialistas de la Clínica se muestran prudentes ya que la investigación se encuentra todavía en una fase precoz.
Cómo funciona el tratamiento
Respecto al proceso en el que se basa el estudio, los investigadores explican que las células extraídas al paciente son linfocitos (células del sistema inmune) que se han enviado a la planta de producción que la farmacéutica Celgene posee en Summit (Nueva Jersey, Estados Unidos). En el laboratorio americano “las células del paciente se infectan con un virus que consigue que los linfocitos expresen en su superficie un receptor quimérico que los capacita para reconocer el antígeno que expresa la célula del mieloma, el antígeno BCMA”, describe Rodríguez Otero.
Cuando los linfocitos consiguen expresar este receptor, se vuelven a enviar al centro de referencia del paciente, en este caso la Clínica, donde se infunden al paciente. Con antelación, el paciente recibe un ciclo corto de quimioterapia preparatoria para la adecuada recepción de los linfocitos modificados. “Una vez que se realiza la infusión del preparado celular en el paciente, los linfocitos modificados reconocerán todas las células que expresan el antígeno BCMA, que son las células del mieloma, y las eliminarán”, sostiene la hematóloga.