'Los pacientes con COVID-19 tienen alto riesgo de desnutrición”, sentenciaron los especialistas participantes en el encuentro organizado por la
Fundación Bamberg sobre el abordaje de la desnutrición tras la COVID-19.
Este acto, patrocinado en exclusiva por
Nestlé Healh Science y, al igual que el resto de actos del ciclo “
Saliendo de la crisis del coronavirus”, se llevó a cabo telemáticamente de forma audiovisual.
“Son pacientes que padecen riesgo de desnutrición debido al aumento de requerimientos por situación inflamatoria aguda y
una grave dificultad para cubrirlos a causa de hiporexia y problemas en alimentación”, explicó en la presentación del evento el doctor Ignacio Para Rodríguez-Santana, presidente de la Fundación.
En la jornada, se respondió a cuestiones tales: ¿Cómo se está abordando la desnutrición en el paciente COVID-19 en los diferentes niveles asistenciales? ¿Qué retos se plantean ahora la relación médico-paciente?
'Porque cada vez más, debido al avance de la medicina molecular y la metabolómica, se está evidenciando la enorme importancia de una alimentación equilibrada en vitaminas y minerales esenciales. Una correcta y completa alimentación protege a nuestras células e impide el desarrollo de muchas enfermedades', explicó el doctor Para.
Por ello, es necesario que en todos los procesos asistenciales esté contemplado un buen régimen alimenticio que impida la desnutrición o el desequilibro metabólico,sobre todo en enfermedades como el cáncer.
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Mª José Chincolla, de Nestlé, Ignacio Para y Miguel Ángel Guzmán.[/caption]
Buena nutrición
Los expertos nalizaron también la situación de la desnutrición, no solo de los pacientes de la enfermedad COVID-19,
sino de todos aquellos que en cierta manera, víctimas de la pandemia, pudieron haber sido afectados por la situación del confinamiento, por las limitaciones en la asistencia sanitaria, tanto en la Atención Primaria como en la especializada.
Desde el punto de vista de la gestión debatieron, con los responsables de gestión de la asistencia sanitaria, sobre la necesidad de
integrar la asistencia nutricional en los distintos niveles asistenciales, el papel de la asistencia especializada y la Atención Primaria y las relaciones entre la farmacia hospitalaria y la comunitaria.
María José Chincolla Rocaber,
Market Access & Regulatory Head Nestlé Health Science, definió el foro como enriquecedor “para avanzar juntos en el abordaje de los pacientes con nutrición”. “Está claro que hay una relación entre la COVID-19 y la desnutrición.
Por eso, desde la compañía ponemos todo nuestro empeño en investigar soluciones innovadoras; estamos comprometidos con la salud y con que la nutrición se extienda a los profesionales y las administraciones”, apuntó.
Miguel Ángel Guzmán, directivo gerente del Servicio Andaluz de Salud, se refirió a los problemas de la mala nutrición en pacientes con COVID-19, “que representan un problema multifactorial”. Sin embargo, también se refirió a otro de los riesgos de los contagiados por el virus:
la obesidad. “Los que nos llegan a las UCI tienen un pronóstico de supervivencia menor”, explicó.
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Los clínicos participantes en la primera sesión del Foro Bamberg.[/caption]
Formación
En la primera sesión intervinieron los clínicos, jefes de servicios de Endocrinología y Nutrición de distintos hospitales españoles. Así, Julia Álvarez, del Príncipe de Asturias, evidenció que los pacientes con desnutrición se recuperan más lentamente y peor.
“Sabemos que
uno de cada cuatro pacientes en un centro español tiene riesgo de malnutrición y esto cuesta un 50% más económicamente que los que ingresan en buen estado nutricional”.
Durante la pandemia, los pacientes ingresados por COVID-19 desnutridos estuvieron más de 11 días ingresados que el resto, lo que supuso 6.000 euros más de coste para el hospital.
Esta experta, al igual que Ana Zugasti, de la Junta Directiva de la
SEEN y especialista del Complejo Hospitalario de Navarra, coincidieron en señalar que es
preciso una mayor formación de los sanitarios en esta materia.
“No solo de los profesionales, sino también de los gestores y de la sociedad civil; se precisa más sensibilidad. El COVID ha puesto de manifiesto que la desnutrición clínica es una debilidad del SNS”. En este mismo sentido, se manifestó Carlos Sánchez Juan, jefe del servicio de Endocrinología hospital de Valencia: 'durante la pandemia ha habido una enfermedad nutricional'.
Faltan nutricionistas
'
La falta de personal, además contribuyó a agrandar el problema”, reconocieron los endocrinólogos.
“Por haber sido desatendidos, ahora tenemos que recaptar al paciente COVID e instruirle en el diagnóstico, que debe de quedar codificado e identificado; la telemedicina será una ayuda”, añadieron.
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Los gestores fueron los protagonistas de la segunda mesa.[/caption]
Subrayaron que hay que estratificar el riesgo de desnutrición y establecer los protocolos para saber dónde será mejor atendido el paciente. “Pero también hay que sensibilizar a la población hacia los temas de nutrición”.
Sin embargo, el gran problema es que no hay dietistas, ni nutricionistas suficientes en los servicios de endocrinología hospitalaria.
Miguel Ángel Martínez Olmos, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela, también se refirió a la dimensión del problema. “
Hay que mejorar la salud nutricional de los pacientes y configurar equipos multidisciplinares”.
Gestores hospitalarios
La segunda sesión del foro de Bamberg giró en torno al compromiso de los gestores hospitalarios en el abordaje de los pacientes desnutridos.
Así, Inmaculada Vázquez, subdirectora de Gestión Asistencia Hospitalaria de Andalucía, reconoció que
el estado nutricional es clave en pacientes de COVID. “Es necesario el abordaje precoz e universal ante el riesgo de estas personas”.
En la misma línea, Juan Carlos Valenzuela, coordinador regional de Farmacia del SESCAM, consideró que el aspecto nutricional es clave no solo para los hospitalizaos por COVID, sino también para el resto de los pacientes.
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Ignacio Balboa e Ignacio Para clausuraron la jornada.[/caption]
Seguimiento de los pacientes
Luis Ángel González, director gerente del Complejo Asistencial de Salamanca, reconoció que la desnutrición con la COVID-19 impactó de forma negativa en estos pacientes, “aumentando las estancias y los costes asociados”.
Explicó que en su hospital tuvieron
tratamientos nutricionales específicos liderados por el servicio de farmacia con abastecimiento garantizado y consensuado con Endocrinología y Nutrición. “Lo importante es garantizar el seguimiento de los pacientes”.
Alfonso Alonso, subdirector general de Gestión Asistencial e Innovación del SERGAS, también incidió en señalar en que faltan dietistas en los hospitales. “Lo veo como el principal problema para abordar este tema”, sentenció.