La pandemia ha marcado la digitalización de la relación del médico-paciente. Sin embargo, este cambio no ha sido solo puntual, sino que ha llegado para quedarse. Por ello, es necesario hacer una previsión a futuro. Es por ello que la Plataforma de Organizaciones de Pacientes pide mayor inversión en nuevas tecnologías y formación para los profesionales. Todo para
conseguir una digitalización de la relación del médico- paciente de calidad.
En concreto, la POP ha defendido que esta relación debe
avanzar en tecnología, innovación y digitalización. El objetivo debe promover la teleasistencia, preservando la humanización y las necesidades concretas de cada paciente. Para que al final se sitúen en el centro del sistema y puedan interactuar y tomar decisiones corresponsables.
La digitalización de la relación del médico-paciente a debate
Estas conclusiones se han expuesto durante la celebración de la décima edición de los Desayunos POP. Los expertos han debatido sobre cómo ha cambiado la forma en la que se comunican los profesionales sanitarios y pacientes. En concreto, con motivo de las nuevas
circunstancias provocadas por la pandemia. De esta forma, se han abordado las barreras que se encuentran ambos para establecer una relación adecuada. Todo ello procurando que fomente la corresponsabilidad, respetando la autonomía tanto del profesional sanitario como del paciente.
Sobre esta digitalización de la relación del médico-paciente ha intervenido la presidenta de la POP, Carina Escobar. La misma ha explicado que la crisis sanitaria ha sometido a gran estrés al sistema sanitario. Esto ha puesto de manifiesto
“carencias notables” a todos los niveles donde la gran mayoría de pacientes han tenido que ser atendidos a distancia. La mayoría por teléfono, principalmente para realizar el seguimiento y atención de sus necesidades de salud.
Para Escobar, el cambio en el proceso asistencial debe verse como
una oportunidad para el cambio, crecimiento y desarrollo. También para la relación sanitario-paciente. Pero para ello es importante abordar el “gran reto” de desarrollar una digitalización real que esté basada en criterios de calidad, eficiencia, innovación, equidad e igualdad. Esta debe
abogar por reducir la brecha digital en salud. Además, en este punto, ha destacado la necesidad de invertir en nuevas tecnologías y en desarrollar una formación continuada. No solo en nuevas herramientas digitales, sino en relaciones no presenciales, tanto a profesionales sanitarios como a pacientes para garantizar su seguridad.
