El calentamiento global, la urbanización acelerada, las desigualdades, así como los fenómenos sociopolíticos y de salud pública imprevistos son algunas de las amenazas que, en estos momentos, ponen en riesgo la salud de la población. Así ha quedado patente en la mesa inaugural de la
XLI Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y el XVIII Congresso da Associação Portuguesa de Epidemiología (APE). En este sentido, los expertos han analizado cómo debe ser la epidemiología del futuro, apostando por adjetivos como adaptable, inclusiva y sostenible.
“El futuro de la epidemiología de campo requiere realizar una revisión crítica del presente
, solucionar los problemas que tenemos pendientes y aplicar por un enfoque más integrador y colaborativo con otras disciplinas y actores”, apuntó Pello Latasa, responsable de vigilancia en salud pública de la Dirección de Salud Pública y Adicciones del Gobierno Vasco
La epidemiología del futuro
Según las personas expertas, la epidemiología del futuro debe ahondar en los determinantes ambientales y sociales de la salud, mejorar la comunicación de riesgo, desarrollar la capacidad de colaborar y liderar proyectos con otros sectores, así como incorporar nuevos métodos estadísticos y diseños de estudios de investigación.
De acuerdo con Ana Isabel Ribeiro, la
epidemiología del futuro ha de ser multiescalar, adaptable, inclusiva y sostenible. Multiescalar para poder centrarse en el nivel planetario, pero también local; adaptable para hacer frente a los cambios constantes; inclusiva para tener en cuenta las desigualdades existentes y que las decisiones que se tomen puedan beneficiar a toda la población, independientemente de su nivel socioeconómico, género, edad, grado de discapacidad o nacionalidad; y sostenible para enfatizar en el estudio de las interacciones entre el hombre, los animales y el medioambiente.
Por último, los expertos señalaron que es probable que exista
una demanda creciente de profesionales de la epidemiología en España debido al aumento de la complejidad de las amenazas y riesgos para la Salud Pública. Para satisfacerla, aboga por aumentar el número de personas que se forman en epidemiología y por incrementar el número de puestos de trabajo en materia de epidemiología, tanto en el sector público como privado.