En España se producen cerca de 30.000 casos de parada cardiaca al año, con una tasa de supervivencia de entre el 5 y el 11%, según datos de la Sociedad Española de Cardiología. Para mejorar estas estadísticas, diversas entidades han participado en la elaboración de la ‘Estrategia para el Sistema Nacional de Salud ante la parada cardiaca’, presentada este jueves en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC). Su presidente, Serafín Romero, ha asistido a esta jornada de presentación para acompañar a Frutos del Nogal, presidente del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (Cercp), y Narciso Perales, coordinador del Comité de Sistemas.
En su intervención, Frutos del Nogal ha destacado los grandes avances que se han producido para mejorar el abordaje de las enfermedades cardiovasculares, si bien ha apuntado diversas áreas de mejora para disminuir la mortalidad por parada cardiaca, como el aumento del número de desfibriladores.
Por su parte, Narciso Perales ha expuesto las líneas principales de la Estrategia, entre las que ha señalado la necesidad de realizar un registro de paradas cardiacas, tanto hospitalarias como extrahospitalarias, y ha insistido en que debe ser “de ámbito nacional y público”. “En la actualidad ya se están registrando los casos de parada cardiaca, pero es un ejercicio de índole voluntario y algunos servicios no han entrado. Creemos que el registro debe ser impulsado por el Ministerio de Sanidad (Salud Pública). Se trata de un instrumento de gestión, no de investigación, y por ello debe ser eminentemente público. Además, el registro debe atender la normativa relativa a la protección de datos”.
Ya hay registros de este tipo en Alemania, Bélgica, Inglaterra, EE. UU., etc. En este sentido, Narciso Perales ha comentado que “la cooperación internacional es clave para la elaboración del registro español, porque se pueden utilizar las herramientas ya existentes, traducirlas y aplicarlas en España. El planteamiento ya está hecho, solo falta tener voluntad”, ha concluido.
Aparte del registro, otras medidas planteadas son:
- Formación obligatoria en resucitación cardiopulmonar en las escuelas, así como para los estudiantes de las autoescuelas o los candidatos a la función pública.
- Fomentar las asociaciones de los familiares de las víctimas y los supervivientes.
- Consolidar los programas de los centros de coordinación de urgencias para la detección rápida de las posibles paradas cardiacas.
- Orientar a los testigos para que efectúen las compresiones torácicas mientras llega la asistencia cualificada.
- Desarrollar programas de calidad que incluyan las mejores prácticas entre los hospitales y los servicios de emergencia.
- Extender el uso de la desfibrilación semiautomática en los espacios públicos y también en los domicilios.
- Fomentar la ley del buen samaritano que proporcione inmunidad a los primeros intervinientes no sanitarios.
- Incrementar la efectividad de los servicios de emergencia y acortar los tiempos de respuesta.
- Regionalizar la asistencia de las paradas cardiacas y acreditar centros de referencia (código parada).