La gravedad de la infección resultó ser el único factor predictivo de los cambios leves en la función pulmonar
7 de septiembre 2021. 2:46 pm
La infección por COVID-19 no parece afectar a la función pulmonar de los adultos jóvenes, y tampoco en los niños y los adolescentes, según una nueva investigación presentada en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea. En el primer estudio sobre el impacto de…
La infección por COVID-19 no parece afectar a la función pulmonar de los adultos jóvenes, y tampoco en los niños y los adolescentes, según una nueva investigación presentada en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea.
En el primer estudio sobre el impacto de la infección por COVID-19 en la función pulmonar, los investigadores dirigidos por la doctora Ida Mogensen, becaria postdoctoral del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), descubrieron que incluso los pacientes con asma no mostraban un deterioro estadísticamente significativo de la función pulmonar, aunque había una tendencia a medir ligeramente menos la cantidad de aire que podían exhalar por la fuerza en un segundo, lo que se conoce como volumen de aire espirado forzado en un segundo (FEV1), que es una de las medidas de la función pulmonar.
Un segundo estudio también presentado en el congreso ha demostrado que la función pulmonar de los niños y adolescentes tampoco se vio afectada tras la infección por COVID-19, aparte de los que experimentaron una infección grave.
'Nuestro análisis mostró una función pulmonar similar independientemente de los antecedentes de COVID-19 --explica Mogensen--. Cuando incluimos en el análisis a 123 participantes con asma, el 24% que había tenido COVID-19 tendía a tener una función pulmonar ligeramente inferior, pero esto no fue estadísticamente significativo'.
No hubo diferencias en la función pulmonar entre los pacientes que habían tenido COVID-19 con respecto a los eosinófilos, los indicadores de inflamación, las respuestas a la alergia o el uso de corticosteroides inhalados.
Resultados del segundo estudio
El segundo estudio, presentado por la doctora Anne Schlegtendal, especialista en medicina pediátrica y del adolescente y en neumología pediátrica del Hospital Infantil Universitario de la Universidad del Ruhr-Bochum (Alemania), analizó los efectos a largo plazo de la infección por COVID-19 entre agosto de 2020 y el 21 de marzo en 73 niños y adolescentes de entre cinco y 18 años.
Aunque los niños y los adolescentes tienden a sufrir síntomas menos graves de la infección por COVID-19 que los adultos, hasta la fecha sólo hay pruebas preliminares sobre los efectos a largo plazo de COVID-19 en la función pulmonar en niños y adolescentes --apunta Schlegtendal--.
'Cuando comparamos a los pacientes de COVID-19 con el grupo de control, no encontramos diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de la función pulmonar anormal.
'Estos resultados deberían tranquilizar a los niños, los adolescentes y sus familias --resalta--. La gravedad de la infección resultó ser el único factor predictivo de los cambios leves en la función pulmonar, y esto es independiente de la infección por COVID-19. La discrepancia entre los problemas respiratorios persistentes y la función pulmonar normal sugiere que puede haber una causa subyacente diferente, como la respiración disfuncional, que es un problema que también se ha identificado en los adultos'.
Los jóvenes tienen menos probabilidades de sufrir una enfermedad grave
'Ya sabemos que este grupo tiene menos probabilidades de sufrir una enfermedad grave si contrae el virus, y estos estudios, que incluyen grupos de comparación sin COVID-19, muestran que también es menos probable que sufran consecuencias a largo plazo con respecto a la función pulmonar', prosigue.
En su opinión, 'nuevas investigaciones podrían arrojar más luz sobre los efectos para las personas con asma o que sufren una infección respiratoria grave, ya sea por COVID-19 o por otra causa infecciosa. Estas personas pueden ser más vulnerables a los efectos a largo plazo sobre la función pulmonar y subraya la importancia de que toda persona elegible se vacune contra COVID-19 para reducir la propagación general de la enfermedad', concluye.