Con la entrada en fases de mayor movilidad coincidiendo con el mes de junio uno de los nuevos retos son las medidas de higiene en la conducción. Es por ello que desde la
Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) se han realizado una serie de
recomendaciones para mantener una conducción segura, en las fases de transición post COVID-19. Las mismas abarcan
medidas de higiene y desinfección en el vehículo, cuándo se puede reanudar la conducción tras haber pasado la enfermedad, con quién se puede compartir vehículo o en qué condiciones.
Aunque apenas se ha utilizado el vehículo durante las semanas de confinamiento, de cara a un nuevo viaje, conviene hacer
un extra de limpieza e higiene en la conducción. La más sencilla es
usar lejía en baja dilución, dilución alcohólica o gel alcohólico. Esto es especialmente aplicable a volante, mandos, palanca de cambios, ventanillas, tiradores. Es muy importante porque
los gérmenes pueden permanecer hasta nueve días. Distintos estudios han demostrado que estas sustancias pueden eliminarlos.También se puede llevar a hacer un lavado industrial con ozono.
No es obligatorio el uso guantes y mascarilla si se viaja con convivientes, ya que se aplican las mismas normas que dentro del domicilio. Otro caso bien distinto es el de compartir vehículo con
personas con las que no se convive o no se conoce. En este caso, hay que asegurarse de que todos
los pasajeros usen mascarilla en el interior del vehículo. Además,
no deben viajar más de dos personas por hilera del vehículo
Conducción tras superar la COVID-19
Por otra parte, Carlos Martín Cantera, médico de familia y miembro del Grupo Educación Sanitaria explica que, si ya no se tienen síntomas, se puede conducir sin ninguna limitación. “Aunque, en el caso de padecer aún alguna secuela, es muy importante comentarlo con el médico de familia, ya que determinadas patologías tienen secuelas que no permiten la conducción, según la normativa vigente”. El paciente podría presentar
limitaciones por patología respiratoria, que según el grado podrían impedir la conducción. En el caso de patologías por
lesiones neurológicas, también se desaconseja ponerse al volante.
Otra cuestión es la conducción cuando se toman medicamentos para paliar la enfermedad. Se recomienda
mirar en los envases o prospectos de los mismo, ya que actualmente los medicamentos disponen de un pictograma o señal que avisan de la dificultad o dudas sobre la conducción.