La detección del cáncer de próstata se lleva a cabo teniendo en cuenta la historia clínica, la exploración física, que incluye el tacto rectal, y los niveles de PSA. A esto hay que sumar la ecografía, la resonancia magnética y la biopsia
9 de febrero 2022. 5:42 pm
El diagnóstico del cáncer de próstata se lleva a cabo mediante la realización de una buena historia clínica, la exploración física, incluyendo el tacto rectal, la determinación de PSA, la ecografía transrectal, resonancia magnética y biopsias de próstata. Los avances científicos y tecnológicos permiten un…
El diagnóstico del cáncer de próstata se lleva a cabo mediante la realización de una buena historia clínica, la exploración física, incluyendo el tacto rectal, la determinación de PSA, la ecografía transrectal, resonancia magnética y biopsias de próstata.
Los avances científicos y tecnológicos permiten un mayor conocimiento de las patologías y esos avances se traducen en cambios en la práctica clínica. Esto ha sucedido con el diagnóstico de adenocarcinoma de próstata.
En el 90 por ciento de los casos se detecta a través de PSA elevado, que conlleva realizar una biopsia y/o resonancia magnética de próstata. También el paciente puede debutar con metástasis óseas, y en un porcentaje residual se detecta de manera incidental al realizarle una cirugía por HBP.
Derivación desde Primaria
Desde Atención Primaria suelen remitir los pacientes a las consultas de Urología en los casos de presentar unos niveles de PSA elevados (por encima o cercanos a 4 ng/ml), en aquellos casos con síntomas del tracto urinario inferior resistentes a un tratamiento de primera línea o rara vez por un tacto rectal sospechoso.
Detección en Urología
La cifra de diagnósticos de cáncer de próstata en los servicios de Urología varía en función de las zonas y se sitúa entre los 5 y los 20 pacientes al mes. El estadio en el que se diagnostican tampoco es fijo, puesto que algunos especialistas comentan que el 50 por ciento de los tumores que detectan son localizados, un 30 por ciento localmente avanzado y entre un 5 y un 10 por ciento generalizado metastásico.
Tras recibir los resultados postbiopsia en consulta, se diagnostica y se indica el tratamiento. Estos suelen estar en diferentes estadios, por lo que es muy variable.
En pacientes mayores no susceptibles de cirugía o radioterapia, a los que se les ha hecho el diagnóstico clínico tras PSA y tacto rectal, se les indica directamente el tratamiento. Estos últimos suponen entre 2 o 3 pacientes al mes.
Hay que tener en cuenta que, en la pandemia, sobre todo en los momentos de mayor restricción, se ha notado una disminución de estos diagnósticos, seguramente atribuible a que los pacientes acuden menos a los centros sanitarios a realizarse chequeos.
Perfil más frecuente
El paciente que más frecuentemente se diagnostica de cáncer de próstata es un varón entre 60-70 años, con PSA por debajo de 10, con tumores de bajo riesgo, normalmente localizados y, por tanto, subsidiarios de tratamiento radical, bien cirugía o radioterapia.
El paciente tipo subsidiario de tratamiento hormonal es un paciente cercano o por encima de 80 años, con PSA por encima de 10 y con enfermedades concomitantes asociadas y con una expectativa de vida menor a los 10 años.
También hay que destacar los pacientes jóvenes, de entre 55-70 años, vida activa y pocos factores de riesgo, con diagnóstico reciente, en los que se propone un tratamiento radical.
Indicación de biopsia
La biopsia se realiza con un PSA elevado cercano o por encima de 4 y/o resonancia magnética mediante un sistema de procesamiento de datos y generación de reportes para imágenes de la próstata llamado PI-RADS.
Este sistema permite establecer la probabilidad de que una imagen determinada sea finalmente un cáncer de próstata y aumentar la precisión de la primera biopsia. También es útil en ascensos repetidos de PSA y biopsias previas negativas, mediante la fusión de las imágenes, localizar las áreas sospechosas durante el procedimiento y proceder a su biopsia con más seguridad de alcanzar la zona sospechosa.
Esta clasificación se informa mediante una escala numérica que va del 1 al 5. Se considera que las imágenes PIRADS 4 y 5 presentan una alta probabilidad de carcinoma prostático, por lo que se recomienda realizar una biopsia de próstata. En los casos de PIRADS 3, se valorará el riesgo de cada paciente y se podrá realizar además pruebas adicionales como los test genéticos para tomar la decisión de biopsia. En los casos de PIRADS 1 y 2 la biopsia se puede evitar.