La importancia de conocer tu IMC: ¿a qué edad es más relevante?

El índice de masa corporal (IMC) es un número que se calcula en base al peso y a la estatura de una persona y que indica si estamos en un peso saludable, en un peso demasiado bajo, o en un caso de sobrepeso u obesidad. Es decir, nos ayuda a identificar las categorías de peso que pueden llevar o no a problemas de salud, siendo un método de evaluación fácil y económico para conocer nuestra categoría de peso. Hay que tener en cuenta que el IMC no mide la grasa corporal directamente [i]. Por ello, aunque la correlación entre el IMC y la grasa corporal es bastante fuerte, es posible que dos personas con un mismo IMC tengan un nivel diferente de grasa corporal. De esta forma, hay que tener en cuenta que, en líneas generales, con el mismo IMC, las mujeres tienden a tener más grasa corporal que los hombres. Además, los adultos mayores, en promedio, tienden a tener más grasa corporal que los adultos más jóvenes. Igualmente, con el mismo IMC, los deportistas tienen menos grasa corporal que los no deportistas. Teniendo esto en cuenta, conocer el IMC será importante a la hora de valorar el riesgo de padecer determinadas patologías que se relacionan con el aumento de peso, como puede ser diabetes, hipertensión arterial, colesterol elevado, apnea del sueño, etc.  Además, saber que hemos sobrepasado los criterios de normopeso, puede ser un factor clave que nos ayude a concienciarnos de la importancia de bajar de peso hasta alcanzar una cifra saludable.  Pero habrá perfiles en los que pueda resultar más útiles que en otros.

Conocer el IMC en la mediana edad

Como hemos comentado, la grasa corporal suele ser mayor según avanza nuestra edad. Además, hay que tener en cuenta que, precisamente, según nos hacemos mayores, tenemos más riesgo de padecer ciertas patologías. Es por ello que, si bien tener unos hábitos de vida saludables es clave desde la infancia y la obesidad es un problema a cualquier edad, vigilar los kilos de más debe ser aún más importante según cumplimos años. En este sentido, cabe reseñar que un nuevo estudio publicado en JAMA [ii] concluía que el sobrepeso en la mediana edad, en comparación con el IMC normal, se asoció con una mayor carga acumulada de morbilidad y una mayor proporción de vida vivida con morbilidad en el contexto de una longevidad similar. Además, esto se traducía en más costes para el sistema sanitario. En concreto, la mayor carga de morbilidad se observó en el contexto de una longevidad similar entre los participantes en las categorías de IMC normal y sobrepeso y una longevidad más corta entre los de las categorías de obesidad de clase I y II y de obesidad de clase III. Así, queda recordar que para reducir nuestro índice de masa corporal es importante adelgazar con un cambio en nuestros hábitos de vida, en vez de optar por una pérdida rápida de peso. Esto conlleva llevar una dieta saludable, evitar comidas procesadas y comer entre horas, hacer ejercicio físico diario moderado, llevar una buena hidratación y buenos hábitos de sueños.   [i] cdc.gov/healthyweight/spanish/assessing/bmi/adult_bmi/index.html [ii] https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2790100?utm_source=pocket_mylist