Diversos hospitales españoles participan en Salud Tecnolab, un proyecto presentado en el 52º Congreso de la SEPAR
15 de julio 2019. 3:14 pm
La impresión en tres dimensiones (3D) ha mejorado el abordaje personalizado del paciente sometido a cirugía torácica y ha aumentado la seguridad de las intervenciones. Estas son algunas de las conclusiones de la ponencia de Carlos Fernando Giraldo, de la Sociedad Española de Neumología y…
La impresión en tres dimensiones (3D) ha mejorado el abordaje personalizado del paciente sometido a cirugía torácica y ha aumentado la seguridad de las intervenciones. Estas son algunas de las conclusiones de la ponencia de Carlos Fernando Giraldo, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), con motivo del 52º Congreso de la SEPAR, celebrado en Santiago de Compostela. Gracias a la impresión 3D es posible planificar y personalizar las operaciones torácicas, así como reducir la duración del tiempo operatorio, ha dicho este especialista de Málaga. “El cirujano tiene una mayor certeza de la anatomía del paciente, lo que supone un refuerzo en la confianza del profesional”, ha añadido.
Desde la Subdirección de Tecnologías de la Información y Comunicaciones del Servicio Andaluz de Salud (Salud Tecnolab), de Jaén, se ha puesto en marcha un proyecto liderado por el ingeniero Carlos Ilia Herraiz, junto con Sebastián Sevilla, especialista en Cirugía Torácica del Complejo Hospitalario de Jaén.
Ingenieros, neumólogos y radiólogos han desarrollado modelos físicos específicos en 3D que permiten personalizar las operaciones que se realizan en Jaén y Málaga. La primera parte del proyecto consiste en realizar una tomografía para crear el posterior modelo 3D. Posteriormente, los expertos analizan la zona anatómica sobre la que se requiere el modelo. A continuación, los ingenieros diseñan un primer prototipo digital, en función de los parámetros indicados por los especialistas sanitarios, y se realiza la primera impresión, que es revisada por los cirujanos.
Información previa a la cirugía
Entre otras ventajas, los expertos han destacado que la impresión 3D proporciona a los cirujanos una mayor información previa del paciente, que es fiable y precisa. Además, y gracias al sentido del tacto, los especialistas pueden definir las zonas más complejas que tendrán que abordar de forma individualizada en cada paciente. Esta información aporta datos de interés a la hora de seleccionar el instrumental quirúrgico.
Según Giraldo Ospina, “la impresión en 3D de estos prototipos aporta una optimización de los recursos”. “Los beneficios personales y profesionales, que son abundantes, se consiguen a un bajo coste gracias a la impresora 3D de uso doméstico, los materiales biodegradables empleados y el uso de software libre”.
Esta impresión de modelos anatómicos en 3D se está empleando desde 2017 en especialidades como la Cirugía General, la Cirugía Máxilofacial, la Neurocirugía o la Traumatología. Desde el inicio de este proyecto se ha empleado ya en unas 200 operaciones. Otros centros hospitalarios que también emplean esta técnica son la Clínica Mayo en Rochester (Minnesota-EE. UU.).