En ocasiones, la falta de tiempo en las consultas, sobre todo en Atención Primaria, se cae muchas veces en la
inercia terapéutica en los tratamientos hipolipemiantes. A esto hay que añadir que el paciente no colabora con dieta y ejercicio en la medida que se le aconseja.
La
inercia conlleva un
infratratamiento, por lo que es clave evitarla. Por eso, hay que tener en cuenta el
riesgo cardiovascular, los niveles cLDL y el objetivo a lograr. En función de estos elementos, se inicia monoterapia o terapia combinada a las dosis correspondientes en función de la
estatina elegida. A partir de ahí, se va haciendo ajuste de dosis según resultados obtenidos con los controles analíticos.
Desde hace años, cada vez que se actualizan las guías de práctica clínica, se tiende a bajar el umbral de objetivo de cLDL en pacientes de alto riesgo, sobre todo en los de muy alto riesgo.
Mayor beneficio
No se ha demostrado que unos niveles de LDL excesivamente bajos tengan riesgo en otros órganos. Por lo tanto, el valor objetivo actual de bajar de 55 mg/dL en pacientes de muy alto riesgo no será el umbral definitivo al que se tenga que tender siempre que sea posible. En definitiva, a mayor reducción, mayor beneficio y no existe este valor umbral en el que detenerse.
Las guías definen hoy en día el
objetivo lipídico en función del grado de
riesgo cardiovascular del paciente. En pacientes con muy alto riesgo cardiovascular el objetivo terapéutico cLDL <55 mg/dL, en pacientes con alto riesgo cardiovascular el objetivo será <70 mg/dL con al menos un 50% de descenso de los valores basales de cLDL en ambos casos.
Pauta combinada
Sin lugar a dudas, las
estatinas combinadas con
ezetimiba han demostrado una disminución del cLDL, tanto en los ensayos clínicos como en la práctica diaria. Por eso, se debería recomendar de entrada la combinación en la mayoría de los casos, ya que se obtienen reducciones de LDL en menor espacio de tiempo.
En diversos ensayos clínicos se ha demostrado que la
terapia combinada es significativamente más eficiente que la monoterapia en la bajada de niveles de cLDL y colesterol total en adultos, sin que existan mayores efectos secundarios.
Recomendaciones
Las recomendaciones de las guías van a favor de alcanzar los objetivos definidos lo antes posible. Hay evidencia suficiente que demuestra que el retraso en alcanzar objetivos de LDL redunda en mayor tasa de eventos, sobre todo en pacientes jóvenes con
alto riesgo cardiovascular. Es imprescindibles un manejo adecuado de las
dislipemias, ya sea como
prevención primaria o secundaria. Para eso, es importante hacer detección precoz de los pacientes dislipémicos para categorizarlos y establecer el tratamiento de forma individual y precoz.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia Antonio Matías Urrea Andreo, Laura Parra Muñoz, Gloria Albacete Armenteros, Juan José Pedreño Saura y los cardiólogos Ramon Rubio Patón y Rocío Cortes Sánchez, del Centro de Salud Barrio Cartagena Casco.